Son varios los factores que estarían influyendo en la disminución de los nacimientos en Colombia y, por supuesto, el Huila. Entre el año 2019 y 2023 el departamento opita ha reflejado un decrecimiento del -11.9% y según expertos esta situación seguirá ese comportamiento. Esto podría generar un gran impacto en las políticas públicas del futuro, por ello, invitan a la institucionalidad a tener en cuenta esta realidad.
Johan Eduardo Rojas López
Periodistamultimedia4@lanacion.com.co
Nuevamente la cifra de nacimientos en el Huila sigue decayendo y es que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, actualizó su reporte demográfico y evidenció que la natalidad ha disminuido.
La variación en el número de nacimientos de acuerdo al lugar de residencia de la madre para el Huila, según cifras preliminares, es del -6,7% entre el 2022 y 2023. Estando por encima de Casanare (-6.6%), Boyacá (-6.0%) y Bogotá (-6.0%). Mientras que, si se analiza la variación del Huila entre el 2019 y 2023, el porcentaje incrementa al -11,9% y estaría por encima del Chocó (-7.3%), La Guajira (-8.7%), Putumayo (-8.7%), Casanare (-8.3%), Vaupés (-3.3%) y Vichada, que se convirtió en el único que registró un incremento del 3.9%.
Lo anterior significa que, aunque el Huila hace parte de los que menor variación registra, estando por debajo del total nacional (-11.0%) entre el 2022 y 2023; (-20.6%) entre el 2019 y 2023, la realidad para algunos expertos es que la incidencia genera preocupación.
Ahora bien, este informe también expuso el porcentaje de nacidos vivos en los que la madre no recibe consultas prenatales, evidenciando que, en el Huila, no hubo variación entre el 2022 y 2023, alcanzando en ambos un porcentaje del 2,2%. Sin embargo, mostrando una caída respecto al año 2020 (2,5%) y 2021 (2,4%), la cual resulta ser aplaudida por los expertos.
Rango de edades
El número de porcentaje de nacimiento según grupos de edad quinquenal de la madre refleja que del primero de enero al 31 del mismo mes del 2024, las mujeres entre los 20 y 24 años representan el 26,9%, seguido por las de 25 y 19 años (26,1%); 30 y 34 años (19,1%) y 15 a 19 años (14,3%), las cuales tuvieron una variación respecto al mismo periodo de tiempo del año inmediatamente anterior del -13,9%, 12,4%, 12,5% y -20,7%, respectivamente. Además, hubo una importante variación del -21,2% de nacimientos en niñas de 10 años.
En ese sentido, el total nacional también disminuyó en un -13,7%, pasando de 43.744 (2023) a 37.740 (2024) en este periodo de tiempo.
Los nacimientos por cesáreas en el departamento opita tuvieron un incremento entre el 2014 (37.1%) y 2023 (40.1%), de los cuales durante la última vigencia, el 44.5% corresponden a la cabecera municipal y 34.5% a centros poblados y rurales.
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Razones de la disminución
Frente a todo este panorama, el presidente de la Sociedad Huilense de Economistas, Oscar Rujana Quintero, aseguró que, para este caso los efectos nacionales recaen en los departamentales, sin embargo, podría pensarse que la alerta mundial por una caída en la población no llegaría a impactar a países en desarrollo como Colombia. Según el economista, no hay un consenso entre economistas, demógrafos y sociólogos, que evidencie una única respuesta dado que son múltiples los factores de este fenómeno.
“Habrá escuchado decir, o incluso, usted mismo se habrá dado cuenta que ‘las personas cada vez quieren menos hijos’, y aunque podría parecer una simple percepción, las cifras lo corroboran. Datos del Banco Mundial muestran que la tasa de natalidad viene con tendencia a la baja desde los años 70”, señaló Rujana Quintero.
Para el experto, es probable que la estructura social, las creencias religiosas, la prosperidad económica y la urbanización dentro de cada país afecten las tasas de natalidad, así como las tasas de aborto.
Resaltó que “los países desarrollados tienden a tener una tasa de fertilidad más baja debido a elecciones de estilo de vida asociadas con la prosperidad económica. Por eso, para el Huila el impacto es directo, ya que estamos en un momento muy difícil en términos de crecimiento económico y la tasa de natalidad decreciente va en contracción de los mismos planes de desarrollo que el departamento proyecta para generar políticas públicas”.
Preocupación
Rujana Quintero explicó también que se pueden resaltar dos factores de incidencia con preocupación y es que, si cae la población joven, hay una ausencia de cambios en productividad y eso implicaría una menor oferta laboral y, por ende, menor producción. Por otro lado, se destacan los problemas en sostenibilidad de sistemas pensionales de reparto, “se sustentan en las cotizaciones de los jóvenes actuales para pagar las pensiones de los más viejos. Entonces la reducción de los jóvenes hace cada vez menos sostenibles los sistemas de reparto”.
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Se prevé que siga disminuyendo
Para Héctor Leonardo Perdomo Sandoval, médico ginecoobstetra del Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva, esta situación corresponde probablemente a un fenómeno social, en el cuales los jóvenes tienen una disminución importante en la expectativa reproductiva otorgada de alguna manera a la facilidad en el acceso a la educación.
“Esto hace que la expectativa para el desarrollo personal y profesional se amplíe dejando a un lado la finalidad reproductiva temprana. Otro factor importante es el libre desarrollo a la persona haciendo que los ciudadanos puedan desarrollar y expresar su condición sexual que han tenido repercusión importante sobre esta disminución”, agregó el médico.
Dijo que este decrecimiento debe llamar la atención de forma importante dado que precisamente las personas con mayor preparación en el desarrollo personal y profesional serían las que están aboliendo y aplazando el deseo reproductivo. Se estima así que, el panorama que durante los últimos años ha tenido la misma tendencia, para los próximos diez años continúe su camino de reducción.
“Esta situación ha tenido un impacto importante en nuestras mujeres ya que persiste el número de pacientes adolescentes que están relacionadas con enfermedades altamente catastróficas en el embarazo”, concluyó.
Llamado a la institucionalidad
La concejala de Neiva, Lourdes Mateus, a su vez, explicó que, la pirámide etaria o poblacional, desde hace varios años viene invirtiéndose paulatinamente no solo en nuestro contexto, sino en Latinoamérica. Es decir que, viene proyectando una disminución en su base y aumentando su punta, algo que ya se ha presentado en otros países.
“Esto es importante tenerlo en cuenta porque tiene un impacto en la ejecución de políticas públicas al futuro y por eso, los gobiernos si quieren proyectar ciudades hacia el futuro deben pensar en ese fenómeno y realizar políticas públicas basados en eso. Es fundamental repensarse esta situación para en unos años no generar problemas que vienen de allí. Siempre he dicho que es importante que se gobierne hacia el futuro, pensando en esa variabilidad de la pirámide etaria que es un fenómeno que se está presentando y va a variar”, puntualizó la cabildante.
Los nacimientos siguen a la baja en Colombia
Por segundo año consecutivo, la cifra anual de nacimientos registró una de sus mayores caídas en los últimos diez años, con una contracción del -11% frente al 2022 y una reducción del -23,7 % comparado con el 2014.
El total preliminar de nacimientos fue de 510.357 en Colombia y de acuerdo con la entidad estadística, los resultados colocan a marzo como el mes en el que se reportaron más nacimientos, con cerca de 45.000; mientras que febrero se mantiene con el menor número para la serie, al totalizar un aproximado de 38.000. No obstante, para el 2023 la caída anual más elevada en el volumen de nacimientos se presenta en diciembre con un -17,6%, lo que corresponde a 8.602 nacimientos menos respecto al 2022 y 13.076 nacimientos menos que en 2019.
En cuanto a la distribución, se resalta que, en el periodo de análisis entre 2019 y 2023, todos los departamentos del territorio nacional, exceptuando a Vichada, presentan disminuciones.