Quedó en firme recientemente la condena contra Lopesan, uno de los más poderosos grupos empresariales de España, por la fallida construcción de la Torre Materno Infantil del Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva.
Como es bien sabido, el conglomerado con sede principal en Islas Canarias tendrá que indemnizar económicamente al centro asistencial por el incumplimiento del contrato de obra pública adjudicado en el año 2011 en la administración del entonces gobernador del Huila Luis Jorge Pajarito Sánchez.
La indemnización asciende a 70.758 millones de pesos, sin intereses, según un dictamen pericial aprobado el 26 de abril de 2023.
La decisión judicial había quedado ejecutoriada el 6 abril de 2022. No obstante, la compañía reclamó la nulidad, alegando una indebida notificación. La solicitud no prosperó.
En muchas oportunidades, en estas páginas se denunciaron los incumplimientos alrededor de esta obra que debía ejecutarse en un año. Según el cronograma original, la primera fase debía entregarse el 23 de octubre de 2012. Sin embargo, quedó con un avance del 41,40%, ya que se presentaron inconvenientes de diseño y falta de suministros.
El consorcio no pudo cumplir con el cronograma ni terminó la obra. Sólo ejecutó 5.216 millones de pesos de los 7.008 millones que le giraron de anticipo, principal soporte para iniciar la obra, la cual terminó convertida en un ‘elefante blanco’ que apenas se va a terminar completamente en este 2024.
Con toda razón, el Hospital Universitario de Neiva demandó al contratista por los daños causados, exigiendo una indemnización.
El reclamo es justo. Las entidades oficiales deben exigir que los contratistas respondan y garanticen el cumplimiento del objeto contratado. Lamentablemente, los huilenses han sido testigos que en múltiples casos, los contratistas desarrollan obras a medias y los representantes de los entes territoriales y demás organismos se hacen los de la ‘vista gorda’, auspiciando el despilfarro de los recursos públicos.