“Soy muy apasionada con todo lo que hago y esto lo he podido demostrar en el departamento”.
Con convicción, compromiso y tenacidad, Victoria Eugenia Castro Silva, presidenta de la Asamblea Departamental del Huila, lidera una de las corporaciones más importantes en la región. La diputada compartió sus percepciones sobre el rol que desempeña en la corporación y algunos detalles de su vida personal y familiar.
¿Cómo se define Victoria Castro?
Soy una mujer de 33 años, mamá, esposa, de origen campesino, trabajadora 24/7, como todas las opitas. Soy muy apasionada con todo lo que hago y esto lo he podido demostrar en el departamento. Soy una mujer de posiciones y con un carácter bastante fuerte, lo cual me ha ayudado a estar en el Concejo de Neiva, y ahora desde la duma departamental como única mujer, y liderando una labor como lo hago hoy.
¿Quién es su referente femenino, tanto personal como profesionalmente?
En mi vida personal, política y social, es Michelle Obama. Sin duda alguna, termina siendo un referente muy importante y bonito. Es esposa, es una líder que tenemos como referente en la política, sin envidias, y que le permitió a su esposo brillar. Ella cumplió un papel más que preponderante para que él lo lograra.
¿Por qué eligió la política en lugar de otra profesión?
Yo creo que a mí la vida me llevó a esto. Vengo de un hogar muy bonito, mi papá fue alcalde del municipio de Saladoblanco en 1997 cuando el tema del conflicto armado estaba en su pleno esplendor. Tenía siete años cuando la guerrilla nos obligó a salir de Saladoblanco. Mi papá, tal vez por cuidarnos, no hizo nada más políticamente, pero él es un líder innato y yo hago política desde que tengo 14 años, aunque es complejo siendo mujer, y hago política porque es lo que realmente me apasiona.
¿Cuáles son los mayores desafíos como mujer líder en la política y ahora como presidenta de la Asamblea Departamental del Huila?
A veces es complejo tener el tiempo suficiente para ser mamá. En mi caso, mi hija está creciendo y me da duro no poder compartir más con ella. En la política sigue teniendo vigencia el tema del machismo. Terminamos siendo sexualizadas de una u otra manera, con el comentario sexista y termina siendo recurrente escuchar decir que si una mujer llegó hasta cierta posición no es por mérito y la sociedad lo termina replicando y no deja de existir.
Y, ¿en el ámbito laboral?
Mi trabajo como concejal de Neiva fue un poco complicado, sobre todo por el tema de género y el maltrato que recibí por parte de algunos corporados; incluso tuve que instaurar una denuncia en contra de las personas que me agredieron. Hoy tengo que reconocer que trabajar en la Asamblea ha sido mucho más tranquilo. Tengo once compañeros, todos hombres, que me respaldan y respetan.
¿Qué consejo les daría a las mujeres que aún no han conseguido llegar a ese proyecto de vida anhelado?
He tomado como ejemplo de vida que lo que es imposible para muchos, para mí es posible. He trabajado arduamente en lograr las metas que me trazo, y convencida de que lo que uno se propone lo puede alcanzar. Fui diputada cuando todo el mundo decía que era imposible hacerme elegir, en una casa liberal teniendo en cuenta que no tenía tradición en dicho partido. Por encima de todos los pronósticos, soy una realidad política. Cuando anhelo cumplir un sueño le pido la bendición a Dios, y soy muy entregada a la Virgen María.
¿Cuál es su mayor logro profesional hasta ahora?
Sigo exigiéndome tanto que, hoy lo que ya hicimos no es suficiente. Necesitamos hacer muchísimo más, para sentirnos orgullosos como equipo. Me hace feliz saber que la primera Casa Empoderadora de la Mujer en todo el departamento de Huila, fue por iniciativa nuestra. Me alegra saber que aportamos al turismo social y comunitario, con lo que en su momento fue San Antonio de Anaconia, pueblito opita, y me enorgullece trabajar por las mujeres rurales del municipio de Neiva”.
¿Cuáles son sus futuras proyecciones profesionales, especialmente en la política?
Por la parte espiritual espero poder casarme con mi San José ante los ojos de Dios. En la política hacer una presidencia de unidad, con resultados, que devuelva la confianza de la Asamblea al territorio, sin miedo y sin pereza para trabajar, y que administrativamente se refleje que una mujer estuvo liderando. A largo plazo el observatorio del delito, mejoramiento de la malla vial para nuestros campesinos, y que pueda al terminar el cuatrienio, inspirar a otras mujeres. Mi última meta, porquée no, será ser Presidenta de la República. Cuando una persona tiene unas expectativas muy altas lo único que puede pasar es que se cumplan.