Constituyen motivo de preocupación las alertas que ha encendido esta semana la Contraloría General de la República sobre la baja ejecución del Presupuesto General de la Nación. Lo que está advirtiendo el organismo de control es que las inversiones en infraestructura y sociales, entre otras, proyectadas por el Gobierno Nacional no se están cumpliendo.
De acuerdo con la Contraloría, el porcentaje de ejecución con corte a marzo de 2024 ha sido el más bajo en comparación con las últimas tres vigencias; 2021, 10,3%; 2022, 16,3%; 2023, 11,5%.
Y si se mira en detalle el informe, se advierte que la Presidencia de la República y el sector de Deporte y Recreación, fueron los sectores que evidenciaron los porcentajes de ejecución más bajos. En el caso de la Presidencia, se ejecutó 4,0% de su presupuesto total vigente; por gasto de funcionamiento ha ejecutado 4,8% y en inversión apenas un 0,5%. Respecto al sector de Recreación y Deporte, el presupuesto total vigente ejecutado llegó al 2,3%; en funcionamiento el indicador fue de 8,3%, y en gasto de inversión del 2,0%.
Otros sectores con una ejecución deficiente, según la Contraloría, fueron: sector Trabajo, con una apropiación de $44.3 billones (funcionamiento $38.5 billones e inversión $5.9 billones), y un indicador de ejecución total de 4,4% (funcionamiento 3,7% e inversión 8,9%). Sector Agricultura con una apropiación de $9.2 billones (funcionamiento $1,2 billones, e inversión $7,9 billones) ha ejecutado el 14% en funcionamiento y apenas el 2,6% en el gasto de inversión.
Preocupa que hoy estén sobresaliendo por su bajo nivel de ejecución el Ministerio de Vivienda, la Agencia Nacional de Tierras y el Instituto Nacional de Vías, entidades claves en proyectos de infraestructura y de corte social.
En el sector público y privado, todo el mundo sabe que cuando hay bajos niveles de ejecución de los presupuestos, es por qué algo está fallando. El país necesita de un Gobierno Nacional en marcha.