Ya empiezan los huilenses a ver los primeros estragos con motivo del arranque de las lluvias, en lo que sería el inicio del fenómeno de La Niña en el país. Esto representa, nada más ni nada menos, que luego de los meses de intenso calor, sequía e incendios forestales que experimentaron regiones como el Huila, se vendrán días de fuertes lluvias, inundaciones, deslizamientos y otras calamidades.
La emergencia que está viviendo una amplia región rural del municipio de Palermo es el presagio de lo que puede suceder ante la intensificación de La Niña durante los próximos meses.
Como es bien sabido, La Niña se manifiesta en altas precipitaciones, tormentas eléctricas, vendavales y granizo, siendo estas condiciones propicias para que se generen movimientos en masa, caída de árboles e inundaciones, entre otras afectaciones. El Centro de Predicción Climática de la Administración para la Atmósfera y el Océano de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), indica una probabilidad de 60% que se desarrolle La Niña en el trimestre junio-julio y agosto de 2024, esto significa que durante estos meses inicia el desarrollo de este evento y su consolidación se espera durante el segundo semestre del presente año, razón por la cual la segunda temporada de lluvias (octubre-noviembre) podría presentar lluvias por encima de lo que normalmente se presenta para estos meses.
Desde esta tribuna, este es un enésimo llamado a las autoridades municipales en cabeza de los alcaldes para que adopten las medidas que sean necesarias para enfrentar La Niña en los municipios del Huila. Esto implica desarrollar con urgencia planes de prevención, obras de mitigación de riesgo y el fortalecimiento de las unidades bomberiles y organismo de socorro, entre otras acciones.
Los alcaldes son los primeros responsables en minimizar al máximo la ocurrencia de tragedias por cuenta del invierno.