El caso de don Jairo Chávarro, el distribuidor de las ediciones impresas de LA NACIÓN en el centro y sur del Huila, arrollado por un carro ‘fantasma’ en jurisdicción del municipio de Rivera, es una muestra más de la irresponsabilidad con la que algunos conductores manejan por las vías del departamento.
El hecho es profundamente impactante. Como de costumbre, don Jairo salía con sus ejemplares en su motocicleta en horas de la madrugada. Sin embargo, el pasado domingo 28 de abril, las cosas cambiaron abrupta y dolorosamente para él, cuando un vehículo lo arrolló de manera violenta. Como si fuera poco, el conductor de este automotor lo dejó ahí a su suerte en la soledad y el silencio de la vía, sin auxilio y gravemente herido.
Don Jairo sufrió fractura en varias partes del fémur de ambas piernas, así como lesiones graves en su brazo derecho. Gracias a un comerciante que venía desde el Caquetá, don Jairo fue auxiliado: “Yo venía de Florencia; iba pasando y vi una moto tirada y observé como a alguien ‘tirado’. Yo fui frenando de a poco y paré 10 metros más adelante, cuando el señor por ahí, como con esfuerzo decía ‘auxilio, ayúdenme’. Claro, ahí vi al señor acostado con los periódicos por allá botados y la canasta ahí dañada”. Aunque lo más impactante para la persona que lo ayudó, fue ver el estado en que lo dejaron luego de atropellarlo: “Las piernas ahí todas dobladas y partidas”.
Desde entonces, don Jairo permanece internado en el Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva. Aunque las cirugías en sus extremidades han sido un éxito, la recuperación apenas empieza y promete ser profundamente dolorosa.
Lo que le hicieron a nuestro Jairo ha sido una conducta que raya con la criminalidad. Desde LA NACIÓN, exhortamos a las autoridades a que den prontamente con el responsable de estos hechos para que pueda ser judicializado y responder ante la justicia.