A través de las redes sociales, el país conoció el ‘calvario’ que enfrenta una docente de Neiva quien, tras el nuevo modelo de salud para los maestros, debió desplazarse a Bogotá en busca de que la Fiduprevisora le solucionara la situación de su hija Sofia Ospina Tovar, de 19 años de edad, que padece parálisis cerebral. A pesar de su denuncia publicada por LA NACIÓN, no les dieron solución. Más de $12 millones les costó el relleno de la bomba de baclofeno, pero aún falta la cirugía para el cambio de la misma. Su drama refleja los inconvenientes surgidos por la implementación del nuevo sistema.
Johan Eduardo Rojas López
Periodistamultimedia4@lanacion.com.co
Confusión y rechazo ha generado el cambio de modelo del sistema de salud del magisterio en el país. Precisamente, LA NACIÓN dio a conocer a través de sus redes sociales, el padecimiento de la docente Luz Adriana Tovar Brand, quien tuvo que viajar con su hija Sofia Ospina Tovar, de 19 años que padece parálisis cerebral, hacia Bogotá en busca de que la Fiduprevisora le dé respuestas frente al urgente relleno de la bomba de baclofeno y la cirugía para el cambio de la misma. Esto en razón a una orden médica que generó desde marzo.
“Esa orden me la entregó el Instituto Roosevelt aquí en Bogotá. Yo la radiqué en Tolihuila, que nos brindaba el servicio médico para inicios de abril y esperé la respuesta positiva de la autorización. Ellos de manera verbal me informaron que tenían autorización, pero al pasar el tiempo, es decir, a mediados de abril me dijeron que no habían autorizado nada porque ellos no eran los encargados del tema y nosotros quedamos a la deriva. Me dijeron que los encargados eran la Fiduprevisora”, sostuvo la ‘profe’ Luz Adriana.
Desde ese momento, la Fiduprevisora y Tolihuila, empezaron a ‘tirarse la pelota’. Ese posterior silencio, la instó a interponer un desacato de la tutela integral que cobija a su hija, pero tampoco hubo ninguna respuesta. “Al parecer ni siquiera al juzgado encargado le respondieron, entonces, debido a la presión de que mi hija no podía quedarse sin el medicamento de la bomba, pues la fecha máxima era ayer 7 de mayo, decidí venirme para Bogotá a las oficinas de la Fiduprevisora y me encontré unas oficinas llenas de personas en las mismas condiciones que yo estoy”, agregó la docente.
Según narró, es una oficina pequeña para la cantidad de personas que se encontraban implorando por el servicio médico. Precisamente debido a la situación y tras estar todo el día a la espera, se llenó de valentía para compartir el video en donde explicaba la realidad que enfrenta.
Y luego de que la publicación se hiciera viral, recibió una llamada de un funcionario de la Fiduprevisora que le informó que su hija sería atendía al día siguiente en el Instituto Roosevelt, pero no fue así, pues al llegar al lugar le dijeron que se estaba iniciando el trámite administrativo para hacer la cotización de lo que costaba el procedimiento.
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Procedimiento particular
“Es que ellos atienden en una misma oficina los temas de la salud, de pensión, certificados y todo. Había mucha gente y con diferentes emociones. A mí me dijeron que ellos no tenían conocimiento de mi situación. Entonces, nosotros tomamos la decisión con la familia de realizar el relleno de manera particular, es decir, la orden médica de mi hija tenía dos partes: la primera era el relleno de la bomba y la segunda, el cambio de la bomba. Así las cosas, hicimos el trámite y pagamos $12.400.000 que costó el procedimiento de la niña, lo hicimos ayer, y gracias a Dios, mi hija está bien, recuperándose y ahora estamos esperando que nos autoricen la cirugía para cambiarle la bomba porque eso no lo podemos pagar particularmente porque cuesta mucho dinero”, confirmó la madre de Sofía Ospina.
“Nuestra salud está a la deriva”
Todo este ‘calvario’ que han tenido que afrontar se deriva, según la misma docente, del repentino cambio del Sistema de Salud del Magisterio dado que no estaban preparados para ejercer esa función.
Afirmó bajo esa lógica que, “el cambio realmente se necesitaba porque el modelo que teníamos era muy malo y territorial, y lo que busca el nuevo es ampliar la red, pero como lo hicieron no está bien. La Fiduprevisora no está preparada para hacerlo. Ellos cortaron el servicio para iniciar el proceso de hacer los contratos, entonces, mientras se cumplen todos esos procesos administrativos, nuestras necesidades y salud están a la deriva. No tenemos en este momento quien responda por nosotros y no solo hablo de mi hija; son muchas personas más que están a la espera de especialidades”.
¿Cómo fue el tránsito de un modelo a otro?
Aprovechó el momento para agradecer a quienes le han dado una voz de aliento y la han apoyado en esta lucha, sin embargo, dijo que mientras espera todos esos trámites se ha sentido sola debido a que los funcionarios que podrían solucionar, no lo hacen.
“El cambio de modelo no lo hicieron bien, el tránsito ha sido fatal, pero yo tengo fe y la esperanza de que todo se solucione porque ya no se va a retroceder porque en estos días no ha funcionado. Yo siento que hay que mirar hacia adelante y que todo se mejore, lo que pasa es que tiene que ser pronto, que hagan los convenios y tengan personal suficiente para nuestros servicios. Eso se ve muy bonito en el papel, asignaron canales de comunicación, pero realmente no pasa, nadie responde”, concluyó.
Mientras tanto, Sofia Ospina con su alegría e inteligencia le ha dado ánimo a su madre, a medida que juntas luchan para que la cirugía sea autorizada. En el momento logró descansar tras estar todo un día en su silla de ruedas esperando alguna respuesta.
La situación se está resolviendo…
Abel Fernely Sepúlveda Ramos, gerente general del grupo empresarial Emcosalud, se refirió al tema y dijo que toda transición trae dificultades y en ese caso en particular, la docente tenía la cirugía el 4 de mayo en el Instituto Roosevelt y se había definido para ese día específicamente.
“Tengo entendido que ante la terminación del contrato y el temor de que su cirugía no se pudiera realizar, ellos se desplazaron al Instituto Roosevelt para realizar el cambio de la fecha, el cual fue realizado sobre la orden anterior sin mediar una nueva cita con el médico tratante que, digamos, son los mecanismos normales en los cuales usted cambia la fecha”, manifestó el Gerente General.
Seguidamente, añadió que, “al entrar la orden para el 26 de abril, la cirugía si bien estaba en el contrato anterior, por estar programada para el 4 de mayo y por los tiempos quirúrgicos de la orden, ya no le correspondía a Emcosalud que terminó el contrato el 30 de abril o a la unión temporal Tolihuila, sino que le correspondía a la Fiduprevisora”.
Dijo también que, en este momento, esa situación se está resolviendo para garantizarles la atención. Es decir, a la joven sí la van a operar y le prestarán el servicio, sin embargo, lo que habría que ver es cuál va a ser el mecanismo administrativo para que el instituto lo pueda hacer dado que no existe claridad sobre quién pagará la intervención y así se les complicaría realizarla.
Tras estas declaraciones, la madre de Sofía Ospina fue enfática en decir que nunca se intentó cambiar la fecha de la cirugía y no hubo cabida a ninguna situación de confusión, pues “simplemente no la autorizaron y ya”.
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La confusión
Sepúlveda Ramos, respecto al sistema de salud especificó que, el modelo que el Gobierno Nacional acabó se sustentaba en unos operadores nacionales que hacían toda la gestión del riesgo en salud y riesgo financiero, con sus variaciones, venía funcionando hace 34 años y a partir del primero de mayo, esa responsabilidad que estaba en 10, hoy se le accionó a la Fiduprevisora, entidad que maneja los recursos de fondo de prestaciones sociales del magisterio.
Es así como esa entidad entra a realizar la tarea que hacían esos operadores durante esas más de tres décadas. “Básicamente la tarea consiste en administrar los recursos, contratar la red de servicios, pagar la red de servicios, autorizar a todos los afiliados la prestación de servicios, hacer toda la gestión del riesgo en salud, riesgo financiero e implementar los nuevos aspectos del modelo que básicamente está centrado en fortalecer la atención primaria en salud, es decir, ese enfoque preventivo del que mucho se habla, pero poco se aplica y que hace parte de una estrategia no solo del Estado colombiano, sino del mundo”, argumentó.
Para el Gerente General de Emcosalud, la dificultad radica en que los maestros venían acostumbrados a que todos los servicios de salud se prestaban allí y ahora, con los cambios, ellos solamente prestarán los servicios que tienen habilitados, es decir, los servicios propios; mientras que, los servicios en otras clínicas de otras instituciones ya no los garantizarán.
Adaptación del modelo
“Ellos tienen que solicitar una autorización a la Fiduprevisora para que les asigne el prestador y para que ese prestador, les brinde el servicio. Ese cambio implica que el maestro tenga que gestionar sus propias autorizaciones e incapacidades, aunado a la falta de información y claridad sobre los procesos, en este momento de transición, pues se ha generado inconformidad en muchos maestros porque antes era un proceso más facilitador y ahora ellos tiene que autogestionar. Pero eso no significa que no tenga los mismos derechos porque ellos si los tienen”, precisó.
Aclaró que ahora el nuevo modelo prevé otras cosas nuevas, por ejemplo, los equipos multidisciplinarios de salud que irán a las casas y los colegios, dado que se busca un enfoque de salud de intervención más en el proceso de salud de enfermedad en el ámbito comunitario, “pero hay que esperar que el modelo se estabilice para poder hacer un balance de si fue mejor o peor que el anterior”.
No hay quejas oficiales en la Personería
Por último, el personero de Neiva, Jerson Andrés Bastidas Vargas, comentó que, “el cambio como tal, de la manera en cómo se le prestan los servicios al personal docente conlleva naturalmente a que se estén generando traumatismos y dificultades que se han venido denunciando a través de redes sociales especialmente. No obstante, a la fecha, según lo certificado desde el área encargada de gestionar y acompañar este tipo de inconformidades, no se ha causado ninguna acción constitucional, ni ninguna intervención, toda vez que, que no se nos han puesto de presente algún tipo de hecho o descontento de manera específica por algún docente”.
“Frente al caso de la docente Adriana Tovar, de manera específica, una denuncia no se ha recibido. Sin embargo, se me ha informado por parte de una funcionaria que el abuelo de la niña sí vino a la Personería a buscar un acompañamiento psicológico, pero no propiamente en la intervención de la patología”, afirmó.