Es urgente que las autoridades dirijan todos sus esfuerzos para proteger a los empresarios, comerciantes, cafeteros y agricultores del municipio de Acevedo, en el sur del Huila, que están siendo ‘blanco’ de amenazas para el pago de millonarias extorsiones.
Los dos ‘bombazos’ que han sacudido a la región en el lapso de una semana evidencian que quienes están detrás de estas extorsiones no están jugando y pretenden ‘arrodillar’ al comercio a punta de intimidaciones. La información que manejan las autoridades es que disidentes de las Farc son los responsables de estas amenazas.
Lamentablemente, la propietaria de la compraventa de café e insumos agrícolas ‘Ferti Agro La Segunda’ en Acevedo ha sido la más afectada con estas explosiones. En el primer atentado contra su negocio, no hubo lesionados, pero en la segunda detonación, ella ha resultado afectada, así como su hijo, quienes estaban al interior del establecimiento comercial cuando desconocidos en moto lanzaron el artefacto explosivo.
Acevedo es un municipio pujante y eminentemente cafetero. Por eso, la Policía, el Ejército, la Fiscalía General de la Nación y demás organismos de seguridad del Estado deben liderar un gran plan para proteger a los comerciantes y agricultores de esta zona del sur del Huila.
Si se trata de disidentes de las Farc, bandas criminales o delincuentes comunes suplantando a grupos ilegalmente armados, la reacción de las autoridades debe ser contundente. La Policía y el Ejército, concretamente, son responsables de la seguridad ciudadana y de salvaguardar la vida y bienes de las personas.
Este es un llamado además para la ciudadanía que siempre deberá tener en cuenta que la presencia de un grupo ilegalmente armado en una región representa zozobra, extorsiones, violación de los derechos humanos, atraso económico y social y desmejoramiento en las condiciones de vida de los pobladores.