Luego de casi dos años de acercamientos, el Gobierno de Gustavo Petro consiguió esta semana pactar formalmente la puesta en marcha de una negociación con la Segunda Marquetalia, las disidencias de las Farc al mando de ‘Iván Márquez’. Se trata así de la tercera mesa nacional de diálogos. Las otras dos son con las disidencias de las Farc que comandaban ‘Iván Mordisco’ y con la guerrilla del Eln.
El acuerdo para el inicio formal de la mesa de negociaciones asegura que “Este proceso de paz se enmarca en los esfuerzos para llevar a cabo cambios y reformas democráticas para beneficio de la población, en la perspectiva de la solución política y la construcción de la paz, con prioridad en los territorios”.
Como se conoció públicamente, la instalación de los diálogos paz será el próximo 24 de junio en Caracas, Venezuela, y el primer ciclo de negociaciones se cumplirá entre el 25 y el 29 de junio. El jefe de la delegación del Gobierno Petro será el abogado Armando Novoa García, en tanto que el de la Segunda Marquetalia será alias ‘Walter Mendoza’.
Vale la pena traer a colación que el Gobierno Petro se está sentando a negociar con una estructura criminal liderada por quien fuera jefe negociador de la extinta guerrilla de las Farc en los diálogos con el Gobierno de Juan Manuel Santos. En 2016, se alcanzó un acuerdo de paz, pero ‘Márquez’ optó, tres años después, por desconocer lo que negoció y retomar las armas junto a otros comandantes guerrilleros.
Desde entonces, ‘Márquez’ se propuso recuperar territorios dejados por las Farc, pero se encontraron con las disidencias de ‘Iván Mordisco’. Un retrato perfecto de ello es Algeciras, Huila, en donde las disidencias de ‘Márquez’ han perdido fuerza, luego de la arremetida a sangre y fuego de los ‘Mordiscos’.
El Gobierno Petro debe tener presente además que la negociación con ‘Mordisco’ fue un fracaso, ya que él la aprovechó para fortalecerse a punta de masacres, homicidios selectivos, extorsiones, desplazamientos forzados y reclutamiento de menores de edad.
Cualquier acercamiento de paz es bienvenido, siempre y cuando no termine de empeorar las condiciones de seguridad en varias regiones del país.