“Que no muera la rajaleña”

Como herederos de la tradición los niños se dieron cita en la tarde de ayer en el parque de la música Jorge Villamil Cordovez de Neiva, para participar en el Encuentro Municipal Infantil de Rajaleñas. Seis agrupaciones se dieron cita en esta oportunidad para cantar las coplas que representan la picaresca de la región. Al igual que en otros eventos de la parte folclórica la poca asistencia de público plantea un interrogante; ¿las fiestas se centran en los desfiles y reinados?

Hernán Galindo

temadeldia@lanacion.com.co

 

Con la participación de seis agrupaciones se vivió en la tarde de ayer, el Encuentro Municipal Infantil  de Rajaleñas en el marco del 63 Festival Folclórico en San Juan y San Pedro 2024. Fue la oportunidad para que niños y niñas que quieren su folclor, expresaran a través de la copla su pensamiento sobre el diario vivir en su región.

Cada uno de los grupos tuvo la oportunidad de interpretar tres temas en los que además se expresaban las diferentes tonadas que tiene este aire que nació de la entraña de las gentes en el campo durante las llamadas fiestas de la cosecha.

Agrupación Los Guámbitos, una de las participantes en este encuentro infantil de rajaleñas.

Hay que mantener viva la tradición

Durante el encuentro de este año, uno de los grupos que se hizo presente, fue la agrupación Los Guámbitos dirigida por Kiefer Tovar Lara. Él junto a las voces principales de la agrupación contaron la historia sobre su trabajo para que no muera esta expresión popular que combina la música folclórica con el canto.

El director Tovar contó que los orígenes del grupo son familiares y está compuesto por miembros de la familia Tovar Lara y algunos vecinos que también se enamoraron de la rajaleña. Relató que con esta agrupación llevan 15 años. “A medida que van creciendo, los niños se van para el grupo de los mayores, tenemos también la agrupación Cantar Huilense que es de adultos”.

Sobre las tonadas que manejan, indicó que son tres: la tonada de Fortalecillas, la tonada de Santa María y la tonada de Peñas Blancas.

Los niños protagonistas

En esta agrupación son tres las voces principales; ellos también expresaron su sentimiento frente a este propósito que tienen para que no muera la rajaleña.

Guadalupe, una estudiante de grado sexto de la Institución Educativa María Auxiliadora, relató que su gusto por este aire tradicional le viene de familia; “mi abuelo era rajaleñero, me gusta la música y luego nos conocimos con el profesor y llevo tres años con la agrupación”.

Piensa que si de un lado la rajaleña ha cambiado y se ha ido perdiendo y el propósito que tienen es rescatarlo y por eso son estudiosos de las tonadas y ensayan hasta cuatro horas diarias.

María del Mar, una niña de pocas palabras, dijo que la rajaleña le interesó porque hace parte de la historia folclórica del Huila y le gusta todo lo que tenga que ver con el Huila. “Nosotros tenemos un lugar muy lindo y me gusta todo lo folclórico”, agregó esta estudiante de sexto grado en el Instituto Técnico Superior de Neiva.

Tomás que es la voz principal masculina, se muestra enamorado de la rajaleña por sus ancestros. “Mi abuelo fue uno de los fundadores de la rajaleña y fue quien me guio por ese camino de este aire folclórico”, manifestó. Además, sostuvo que espera seguir por este camino porque le gusta la cultura, la rajaleña y le gustaría que no se pierda.

Y se despide con una copla: ¡Allá arriba en aquel alto, allá arriba en aquel alto, tengo un pozo de agua clara, tengo un pozo de agua clara, Olelolelolaila tengo un pozo de agua clara donde yo me lavo el rabo y usted se lava la cara, Olelolelolaila y usted se lava la cara!

: Preocupa la poca asistencia de público a este tipo de eventos que hacen parte de la programación folclórica del Festival.

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