Estados Unidos “condenó firmemente” el atentado perpetrado en un mercado del noroeste de Pakistán, bastión de los talibanes y otros grupos rebeldes, que provocó al menos 35 muertos y 69 heridos. Asimismo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “condenó severamente” este atentando. Estados Unidos “condenó firmemente” el atentado perpetrado en un mercado del noroeste de Pakistán, bastión de los talibanes y otros grupos rebeldes, que provocó al menos 35 muertos y 69 heridos. Asimismo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “condenó severamente” este atentando. PESHAWAR, Pakistán (AFP) – Treinta y cinco personas murieron y por lo menos 69 resultaron heridas en un atentado en un mercado de una ciudad del noroeste de Pakistán, bastión de los rebeldes talibanes, en lo que constituye el ataque más mortífero desde el 15 de septiembre pasado. La explosión, que no fue reivindicada, tuvo lugar en el mercado de Yamrud, una de las principales ciudades del distrito tribal de Jyber, en la frontera con Afganistán, precisaron las fuentes. “El balance de muertos es de 35, y 69 personas resultaron heridas”, declaró a la AFP un responsable de la administración local, Shakeel Khan. El balance podría aumentar, ya que “once de los heridos están en estado crítico”, añadió. La explosión abrió un inmenso cráter en medio del mercado, cubierto de charcos de sangre, constató un periodista de la AFP. “Estaba lavando mi coche en el momento de la explosión, que me empujó al menos tres metros atrás. Me vi en el suelo cubierto de trozos de carne humana”, contó Zulfiqar Khan, un conductor de minibús de 26 años. “Según las primeras informaciones, se trata de una bomba disimulada en un minibús”, declaró el jefe de la administración local, Mutahir Zeb, añadiendo que el blanco del ataque se desconoce por el momento. En el distrito de Jyber están activos varios movimientos rebeldes, más o menos vinculados a los talibanes, que denuncian la alianza antiterrorista del gobierno paquistaní con el de Estados Unidos. Se trata del atentado más mortífero en Pakistán desde el 15 de septiembre pasado y un atentado suicida que mató a 46 personas en un funeral en el vecino distrito del Bajo Dir. Esta relativa pausa en los atentados había alimentado rumores de negociaciones entre las autoridades y los talibanes, desmentidas por estos últimos. Jiber, donde también existen varios grupos mafiosos, es uno de los lugares de paso de las caravanas de aprovisionamiento de las fuerzas de la Otan en Afganistán, un tráfico bloqueado desde hace más de un mes por Pakistán en represalia por un error de la Otan que mató a 24 soldados paquistaníes a fines de noviembre pasado. Numerosos atentados fueron reivindicados por el Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP), que juró lealtad a Al Qaida y decretó la guerra santa contra Islamabad en 2007 por su apoyo a Washington. Desde entonces, más de 4.700 personas murieron en todo el país en más de 500 atentados. Este atentado ha sido uno de los más mortífero en Pakistán. Foto Afp