Todos los años nos llega abril con varios eventos trascendentales que tienen como epicentro la palabra: el Encuentro Internacional de Teatro de Bogotá, el Día del Idioma y la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
Con el primer acontecimiento, nuestra capital se convierte en el epicentro del teatro del mundo. La formidable presencia de grupos de teatro de muchos países nos da la posibilidad de recrearnos con las obras cumbres de la dramaturgia universal de hoy y de la tradición clásica. Sófocles, Shakespeare, Chejov y García Lorca se encuentran con Ionesco, con Artaud, con Williams, con Camus y con los nuevos nombres y grupos del teatro universal en múltiples escenarios capitalinos, incluidos sus barrios y sus calles.
El día del idioma, que se celebra el 23 del mes, es una fiesta en todos los establecimientos educativos y en otros espacios dedicados a la cultura. Los jóvenes y sus maestros programan actos especiales en los que despliegan su inmensa creatividad y sus aptitudes artísticas. Se rinde un justo homenaje a la memoria del inmortal Miguel de Cervantes Saavedra, cuya muerte, acaecida el 23 de abril de 1616, se recuerda en ese día (el más grande escritor de la lengua inglesa, el dramaturgo William Shakespeare, muere en la misma fecha de Cervantes −la mayor gloria de nuestra lengua−, es decir, el 23 de abril, pero no el mismo día, puesto que el calendario inglés y el calendario romano que regía en España eran diferentes por razones histórico-religiosas.)
Rendimos homenaje a nuestra amada lengua de Castilla, a su historia y a quienes la han enaltecido con su labor literaria, a quienes han hecho de ella una rica veta de tesoros que nos permite expresar hasta nuestros más profundos y arcanos sentimientos con las más bellas expresiones. Honor y gloria imperecedera a Manrique y Garcilaso, a Lope de Vega, Góngora y Calderón, a Menéndez y Pelayo y Del Valle-Inclán, a Alonso de Ercilla y Juan de Castellanos, a Rubén Darío y Neruda, a Gabriela Mistral y Asturias, a Silva y Rivera, y a toda la pléyade de prohombres de las letras españolas, hispanoamericanas y colombianas.
El 29 del presente mes se abre en la capital del país la fiesta mayor de nuestra cultura: la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo). Corferias y Bogotá (y Colombia, desde luego) se visten de textos, de idioma, de palabra y de cultura en la feria del libro más importante de nuestra América después de la de Guadalajara, en opinión del nobel peruano Mario Vargas Llosa, quien la abrirá. Es un verdadero carnaval del libro, de la palabra, de la lengua, de la cultura, que en esta “civilización del espectáculo” constituye un oasis que refresca y que renueva la esperanza en una cultura diferente de la cibercultura, en una sociedad del conocimiento que frene a la malhadada sociedad de la sola información que hoy se nos impone desde la globalización, desde la deshumanización, desde el imperio de sola economía avarienta y atrabiliaria.
Toda la gran empresa editorial montará sus cuarteles en Corferias para que los visitantes tengamos la oportunidad de contemplar el maravilloso e infinito mundo del libro. Los auditorios nos ofrecerán la palabra inmensa, la palabra mayor, de los ilustres escritores que se concentrarán en Bogotá en estos últimos días de abril y primeros de mayo, abanderados por los del Perú, país invitado especial. Resonará nuestro idioma, resonará la palabra, recorrerán nuestros libros los imaginarios espacios de la Feria, de nuestra feria.
Los gestores culturales del Huila hacen denodados esfuerzos para que la producción literaria de nuestro departamento tenga el inmenso honor de ocupar espacios en tan honrosa vitrina. Los huilenses hemos publicado en estos últimos años obras de distintos géneros literarios que, sin falsas modestias, pensamos que tiene los méritos suficientes para llenar esos sitiales. Sabemos de la incansable labor en este campo y con este propósito de escritores y gestores como Esmir Garcés, Eduardo Tovar, Ana Patricia Collazos, Jorge Enrique Alvarado, Amadeo González, Guillermo González, Miguel de León y muchos más. Y queremos estar seguros que las instancias oficiales (secretarías municipal y departamental de cultura y Fondo Mixto) no serán inferiores a esta circunstancia.