Progresivamente el costo para los grandes consumidores de diésel, que son quienes adquieren el combustible de distribuidores mayoristas y no en estaciones de servicio, deberá lograr la paridad con los precios internacionales que hoy se ubican por encima de los $18.000 por galón.
Con varias precisiones sobre la medida, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla informó que ya fue firmado el decreto para comenzar a incrementar el precio del diésel para grandes consumidores a partir de agosto, con lo cual el combustible para este sector quedará excluido del subsidio del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).
Enfatizó el Ministro que el decreto 763 de 2024 regula el precio del diésel para grandes consumidores que son: empresas petroleras, mineras y cementeras. Subrayó que no aplica a estaciones de servicio ni distribuidores minoristas. Tampoco cobija a empresas generadoras de energía ubicadas en Zonas No Interconectadas (ZNI), ni a los Sistemas de Transporte Terrestre Masivos de Pasajeros.
Esta alza entra en vigor a principios de agosto y comienza a flotar con el mercado internacional, cuyos precios a hoy superan los $18.000.
“Grandes consumidores, significa todos aquellos que tienen una operación logística especial y consumen más de 20 mil galones mensuales, eso aplica para empresas de petróleo, mineras, cementeras y otros grandes consumidores”, precisó.
E insistió que “no aplica en las bombas –estaciones – de gasolina ni los distribuidores minoristas; esos grandes consumidores compran directamente a distribuidor mayorista”.
Es decir que este primer ajuste no afecta, por ejemplo, al gremio de taxistas ni de carga ni de transporte intermunicipal. El ministro ha dejado claro que el ACPM no puede subir de la misma manera en que lo hizo la gasolina durante el año pasado, será gradual y por sectores, pero sí debe incrementarse e igualarse con el costo internacional.
Cálculos hechos por el equipo económico del Gobierno aseguraron que la medida permite un ahorro al país de 50 mil millones de pesos mensuales, es decir 600 mil millones de pesos anuales.
Los grandes consumidores representan el 5% del consumo total de ACPM y cobijan a alrededor de 150 empresas que se concentran en minería y petróleo (60%), principalmente.
¿Por qué sube?
Cabe recordar que durante la pandemia de covid- 19 el costo doméstico de los combustibles se mantuvo estable mientras que a nivel internacional este seguía repuntando, eso fue posible gracias al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que mitigó el efecto que tienen las variaciones de los precios internacionales del petróleo sobre los combustibles en el país, no obstante, de acuerdo con las cifras oficiales y la Anif, la mala noticia es que eso le ha costado al país un déficit que a 2022 alcanzó su punto más alto cercano a los $37 billones.
El jefe de la cartera de Hacienda informó que entre el 2022 y el 2023, el ACPM representó el 62,6% del déficit del FEPC. Y si bien la estrategia implementada por el Gobierno Nacional desde octubre del 2022, de subir gradualmente el precio de la gasolina, llevó a cerrar la brecha entre precios locales e internacionales de la gasolina, todavía el Fondo sigue representando una presión fiscal por el constante diferencial de compensación del ACPM.
Y en un escenario pasivo, es decir sin ajustes al ACPM, se estima que la presión neta del Fondo será de -$11,9 billones para el año 2024 y de -$11,8 billones para el próximo año.
Diversos analistas prevén un incremento de entre $2.000 y $3.000 por galón para este año. Según estima la Anif, la expectativa es que, una vez sea eliminado el subsidio, el incremento ascienda cerca de $7.000. Al considerar que el precio del ACPM se ubicó en $9.517 para enero de 2024, este ajuste implicaría un costo final cercano a $16.000.
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