El Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro, que este año llega a la edición 63, es más que una festividad, es un símbolo de identidad para los huilenses y un tesoro cultural para toda Colombia. Este festival, que ha evolucionado desde sus humildes inicios en la época colonial hasta convertirse en un evento de renombre nacional e internacional, destaca la riqueza y diversidad de nuestras tradiciones, folclor y gastronomía.
El origen del festival se remonta a las celebraciones rurales de San Juan y las urbanas de San Pedro. Inicialmente, las familias disfrutaban de paseos al río y asados tradicionales el 24 de junio, mientras que el 29 de junio se realizaban cabalgatas, juegos populares y festividades en los cascos urbanos. Con el tiempo, estas celebraciones se fusionaron, dando lugar a una fiesta que estandarizó los vestidos típicos, la coreografía del Sanjuanero huilense y una serie de eventos que hoy en día atraen a turistas de todo el país y del extranjero.
El Sanjuanero huilense, con su baile emblemático, es el corazón del festival. Este baile no solo es una muestra de la destreza y la gracia de los bailarines, sino también una expresión del alma huilense. La música y las coreografías, acompañadas de vestuarios coloridos, narran historias de amor y vida campesina que resuenan en el corazón de cada espectador.
Además de la música y la comida, el Huila ofrece una variedad de opciones turísticas. Desde el turismo rural, que permite a los visitantes sumergirse en la vida campesina, hasta el turismo religioso, con visitas a sitios sagrados, el turismo de aventura, con actividades como el rafting y el senderismo, el turismo arqueológico y nuestro bosque seco tropical más emblemático. El Huila es un destino que encanta y sorprende a cada paso.
A lo largo de estos 63 años, el Festival del Bambuco ha pasado de ser una fiesta local a un evento de importancia nacional e internacional. Este crecimiento ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de la comunidad y las autoridades. Sin embargo, para continuar esta evolución, es esencial capacitar a quienes hacen parte del evento: los carroceros, los grupos folclóricos y los artesanos. La profesionalización y el apoyo a estos actores clave son fundamentales para mantener la calidad y la autenticidad del festival.
Hago un llamado al Gobierno Departamental para que fortalezca a Corposanpedro, transformándola en una corporación que opere durante todo el año. Es vital que esta entidad se articule con el sector privado para asegurar el fortalecimiento económico y cultural de las fiestas.
Invito a todos los huilenses a preservar y promover nuestras tradiciones. Es nuestra responsabilidad inculcar en las futuras generaciones el valor y la importancia de este patrimonio. El Festival del Bambuco no solo es una celebración, es una herencia que debemos mantener viva y vibrante, para que siga siendo un símbolo de orgullo y unión de este Huila Grande.