La Nación
“Los hogares deben evitar endeudarse” 1 5 octubre, 2024
ENTREVISTA

“Los hogares deben evitar endeudarse”

El director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, habla con LA NACIÓN y analiza el presente y futuro económico del país. Deja claro que la economía no crecerá en tasas del 3% o 4%. Advierte que la incertidumbre por los anuncios del Gobierno de Gustavo Petro está impactando negativamente la inversión. También habla sobre el impacto de la reforma pensional y una nueva reforma tributaria.

Jesús Antonio Rojas Serrano

editorgeneral@lanacion.com.co

Fedesarrollo es uno de los centros de pensamiento más importantes no sólo del país sino de América Latina. Su director ejecutivo, el economista Luis Fernando Mejía, charló con LA NACIÓN sobre el presente y futuro de la economía colombiana.

Tras los primeros 6 meses de 2024, ¿por qué momento atraviesa la economía nacional?

El año ha tenido un arranque relativamente más dinámico de lo que tuvimos en 2023; recordemos que en el año anterior la economía colombiana sufrió un estancamiento en su crecimiento, ya que apenas fue del 0,6%. Este año hemos tenido noticias ligeramente mejores, especialmente, destacable el crecimiento observado en el mes de abril, que fue del 4%. La buena noticia ha venido por el lado de la reducción de la tasa de interés del Banco de la República, que fue un elemento que jugó en contra para el crecimiento del año pasado. Esas reducciones que ha venido haciendo el Banco de la República continuarán en los próximos meses; nuestra expectativa es que la tasa de intervención llegue a niveles cercanos al 8,5%, lo cual le dará un espacio adicional al crecimiento del consumo de los hogares y al crecimiento de la inversión. En ese contexto, estimamos que este año será un poco mejor que el año anterior, no sustancialmente más dinámico, pero sí con un crecimiento que estimamos del 1,6%, muy cerca de lo que ha sido el estimativo por parte del Gobierno Nacional, el cual habla de un crecimiento del 1,7%. Tendremos una inflación que continuará descendiendo gradualmente y que consideramos que podría llegar al 6,5% al cierre de este año. La economía no va a crecer en tasas del 3% o 4%, pero indudablemente es un momento de una economía, que parece avanzar en términos de su recuperación.

Frente a otros países, ¿qué dicen estas cifras?

Jesús Antonio, con ese crecimiento del 1,6%, vamos a estar muy en línea en lo que se va a observar en el promedio de América Latina. Hay enormes heterogeneidades; el caso de Argentina, en donde este año hay una contracción de la actividad económica; el caso de Venezuela, que ha venido aumentando su ritmo de crecimiento en el último año y medio; casos como el de México, Chile y Perú, que van a tener tasas de crecimiento similares a las nuestras.

¿Cuáles son hoy los sectores que le están dando la mano a la economía colombiana?

Hay una cosa interesante que tiene que ver con el crecimiento de las actividades primarias, que incluyen la agricultura, la minería y la producción de petróleo. Cuando se examina qué está detrás del muy dinámico crecimiento de las actividades primarias, observamos que es la agricultura la que ha tenido un arranque del año bastante positivo, y esto es clave por los rezagos que ha tenido históricamente el campo en materia de crecimiento y por la importancia como una fuente de generación de empleo en el sector rural. Hasta ahora no se han visto afectaciones, por ejemplo, con el fenómeno de El Niño que tanto impacto generó desde el punto de vista de la capacidad de las generadoras de energía a principios de este año. Otro sector que ha tenido una dinámica interesante es el de las actividades públicas, que se conoce técnicamente como la administración pública y los servicios sociales; esto incluye la educación y la salud; ha tenido un crecimiento superior al 12% en el mes de abril, lo cual indica que el sector público ha logrado ser un factor que contribuye al crecimiento económico.

¿Qué sectores están ‘pasando aceite’ o están en la época de las ‘vacas flacas’?

El ‘lunar’, indudablemente, tiene que ver con tres sectores para la actividad productiva del país y los cuales son: el comercio, la industria y la construcción. Estos tres sectores, que representan casi una tercera parte de la actividad económica del país y el 50% de la generación de empleo, siguen con sus cifras en rojo. Jesús Antonio, de hecho, el comercio completa cinco trimestres consecutivos de contracción, y la industria completa cuatro trimestres consecutivos de contracción. La construcción tampoco ha levantado cabeza. Así que si bien ratifico que este año será un poco mejor que el año pasado, creo que no podemos hablar de una reactivación económica en pleno hasta tanto estos tres sectores tan importantes vuelvan a tener cifras de crecimiento superiores a las que estamos viendo actualmente.

¿Cómo el Gobierno de Petro podría ayudar a la recuperación de estos sectores?

El elemento más importante que ha generado una dinámica negativa en materia de inversión tiene que ver con la incertidumbre. La incertidumbre es la principal barrera para la inversión por cuanto un empresario pequeño, mediano o grande que está pensando en un proyecto de expansión o la materialización de una idea, incorpora en sus decisiones cuál es el costo de hacer esos negocios en Colombia y los cuales están determinados por temas como las tasas de interés, la tasa de impuestos. Pero, adicionalmente, cuando hay ciertos anuncios que ponen dudas sobre las reglas de juego de esa inversión en sectores estratégicos como el caso del sector minero-energético, del sector de la vivienda o el sector de la infraestructura, eso se convierte en un determinante negativo para incentivar la inversión. Si bien no ha habido medidas concretas en contra del sector del comercio y de la industria, todos esos anuncios, incluyendo las discusiones de una Asamblea Nacional Constituyente, no son positivos. Es necesario que el Gobierno ofrezca mensajes de certeza, tranquilidad y cumplimiento de las reglas de juego para permitir que el sector privado haga su tarea; el sector privado no está buscando subsidios ni apoyos.

¿En qué momento el Gobierno Petro empezó a mirar de soslayo al sector privado?

Un elemento importante en esta discusión tiene que ver con la inclinación ideológica del Gobierno Nacional. Jesús Antonio, este es un gobierno de izquierda, en el que su concepción desde el punto de vista del funcionamiento del Estado y especialmente su rol en la economía, le da un peso más central al Estado. Y esto se refleja, por ejemplo, en la discusión de la reforma a la salud, en donde se plantea un componente más importante como rol del sector público en la prestación del servicio. La reforma laboral es bastante negativa desde el punto de vista del aumento del costo en el empleo formal. En esa inclinación ideológica, hay una falta de pragmatismo que termina generando una animadversión frente al sector privado. Para darle un ejemplo muy puntual, mencionaría el caso de infraestructura. El Gobierno, desde su llegada, ha tratado de impulsar es la obra pública a través de vías terciarias, pero no le ha puesto el mismo ahínco al fortalecimiento de las alianzas público privadas, que fueron muy exitosas y que permitieron que Colombia avanzara rápidamente en infraestructura. Y en ese sentido, esa falta de pragmatismo le ha jugado, incluso, en contra al propio Gobierno porque la ejecución del presupuesto ha sido muy baja y se han perdido oportunidades en donde el sector privado podría complementar esos esfuerzos y avanzar en la provisión de infraestructura.

¿Cómo explicarle a un ciudadano escuchar hablar por estos días de baja ejecución presupuestal y al mismo tiempo de bajo recaudo tributario y de un recorte de $20 billones en el presupuesto nacional?

El recorte que hizo el Gobierno Nacional no fue sorpresivo; desde junio del año pasado Fedesarrollo anticipó que el Gobierno iba a tener que recortar su gasto. Lo dijimos: el presupuesto que ha planteado el Gobierno Nacional está por fuera de lo que es consecuente con las previsiones de ingresos. Eso tiene que ver con el excesivo optimismo que había incorporado el Gobierno en sus cuentas de recaudo tributario, especialmente, en lo que tiene que ver con la incorporación de cerca de $15 billones de litigios arbitrales, los cuales eran imposibles que ingresaran en este 2024. Ahí hay un hueco muy importante que no va a resolverse. Adicionalmente, ha estado el efecto de la desaceleración de la actividad económica, que naturalmente ha impactado el recaudo. Incluso, habría la necesidad de hacer un recorte adicional de $11 billones en el segundo semestre de este año.

¿El bajo recaudo tributario va a continuar?

Jesús Antonio, indudablemente. Y eso tiene que ver con el bajo crecimiento de la actividad económica. Buena parte de lo que tiene que ver con el éxito de la gestión del recaudo está muy atado al comportamiento de la actividad de la economía del país. Nosotros estimamos que este año habrá un crecimiento del 1,6%, lo cual indica que la actividad económica no es lo suficientemente dinámica como para pensar que el recaudo vaya a tener un repunte en esta segunda mitad del año o en el 2025. Además, el recorte no tendrá que venir solamente en el 2024 sino en los próximos años, y en ese sentido, la situación fiscal continuará estando bastante apretada.

¿Qué análisis ha hecho Fedesarrollo sobre el impacto que va a tener la reforma pensional?

La reforma pensional tiene elementos positivos. El primero tiene que ver con el aumento de la cobertura que plantea esta reforma; lo hace no a través del componente pensional sino a través del componente subsidiado, que entregaría $225.000 mensuales a las personas que no logran acceder a una pensión. Ese elemento es importante porque significa un aumento de la cobertura no pensional, pero que al final de cuentas permite garantizar que esas personas muy vulnerables puedan tener algún tipo de protección durante su vejez. El segundo elemento positivo tiene que ver con la eliminación de la competencia entre dos regímenes, el público y el privado, que al final terminaban generando una enorme confusión en la ciudadanía y que, es además, un modelo que no existe en ningún otro país del mundo. Y el planteamiento que se hace en la reforma es un sistema de pilares, lo cual resulta positivo. El tercero tiene que ver con la reducción sustancial de los subsidios en el componente público. Antes de esta reforma, cerca del 74% de los subsidios públicos le llegaban al 50% de más altas ingresos en Colombia; en esta reforma continuarán los subsidios, pero estarán acotados al umbral que quedó en 2,3 salarios mínimos, es decir, cerca de $3 millones mensuales.

¿Y cuáles son los ‘lunares’?

No se hicieron reformas paramétricas. No se tocó la edad de pensión. No se cambió la tasa de reemplazo del sistema público. Tampoco se tocó la forma en la cual se calcula el ingreso base de liquidación que se hace en Colombia en los últimos 10 años. Estas reformas paramétricas tendrán que venir en los próximos años porque de otra manera, la reforma pensional, en su componente público, no será sostenible. Esto tiene que ver con el acelerado envejecimiento de la población colombiana; cada vez hay menos jóvenes en relación a los adultos mayores, y en los sistemas públicos de reparto, la sostenibilidad tiene que ver con que hay una gran cantidad de personas cotizando para pagar esas pensiones, cosa que no va a ocurrir hacia adelante.

Para ir cerrando esta charla con LA NACIÓN, el Gobierno Petro está hablando de una nueva reforma tributaria, ¿qué impacto podría tener?

Lo que hemos estudiado a partir de los anuncios del Gobierno es que se plantea la introducción de una reforma tributaria que reduzca la tarifa del impuesto de renta, que hoy en día en Colombia es del 35% para todas las empresas sin distinto de su tamaño; esta es una tarifa que es muy alta, que no permite que el país sea competitivo, que es la más alta de América Latina y la cuarta más alta a nivel mundial. Yo creo que este debate lo tendrá que dar el país en algún momento. Sin embargo, en el momento en el que se plantea ese debate es inoportuno porque el Gobierno ha anunciado un problema de un hueco fiscal de $31 billones en este año. Pensar que Colombia, que pasa por una situación fiscal difícil, tiene la capacidad para reducir el recaudo tributario, que sería la consecuencia inmediata de una reducción del impuesto de renta a las empresas, es no solo inoportuno sino inviable.

Con todo este panorama económico que vive el país, ¿Qué consejo les daría a los huilenses y seguidores de LA NACIÓN?

La recomendación muy puntual para los hogares es que si no es estrictamente necesario, deberían evitar endeudarse en este momento. Y esperar a finales de este año, tal vez en el último trimestre de 2024, para aprovechar las reducciones en las tasas de interés que se vendrán a la par de la reducción de la tasa de interés del Banco de la República. Si existe la oportunidad de esperar para endeudarse, comprar una vivienda, adquirir un crédito de consumo o de libranzas, el momento vendrá en el cierre de este año.

Usted acaba de estar en las fiestas del San Pedro en Neiva, ¿qué percepción se llevó?

Jesús Antonio, he sido un visitante asiduo de Neiva; he tenido la oportunidad de estar varias veces, incluso, cuando fui director de Planeación Nacional. Es la primera vez que he tenido la oportunidad de estar en las fiestas del San Pedro; fue una experiencia muy bonita, visité la capital del Huila con mi esposa, nos gozamos las fiestas, y, ojalá, tengamos la oportunidad de regresar el próximo año.