La Nación
Cristo y la apuesta presidencial 1 5 octubre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Cristo y la apuesta presidencial

Los nuevos ministros designados por el presidente Petro, en mayoría son amigos cercanos que lo han acompañado de tiempo atrás. Cambios ligados a pobre ejecución y buscando fortalecer la gestión para el debate del 2026.

Para muchos llamó la atención la designación de Juan Fernando Cristo como nuevo Ministro del Interior. Cargo que ya había desempeñado durante el segundo periodo del gobierno Santos. ¿Pero como leer este nombramiento?.

La llegada de Cristo manda un primer mensaje hacia la implementación del acuerdo de paz, que ayudó a construir, ha defendido y le correspondió apoyar su implementación en los inicios. Es un hombre cercano al expresidente Santos, quien su prioridad está en la implementación del acuerdo, por tanto, este nombramiento sirve, al tiempo, como pipa de la paz entre Petro y Santos.

Cirsto tiene experiencia política, conoce el Congreso y sabe cómo manejarlo. Creó el Partido En Marcha, que hoy cuenta con representación parlamentaria. Su relación con el ex presidente Gaviria, aunque renunció al Partido Liberal, es menos tensionante en comparación con la del saliente ministro Velazco. Esto puede contribuir a las reformas que hacen tránsito o que el gobierno pretende.

Pero las primeras palabras del nuevo ministro esbozan una estrategia que, me atrevo a decir, se convertirá en el debate para las elecciones presidenciales próximas: Una Asamblea Constituyente, bajo los parámetros de la Constitución de 1991, no durante este gobierno sino en el próximo.

Cuando el gobierno habla de Constituyente genera el temor que se convoque irrespetando los mecanismos constitucionales actuales y/o que se utilice para la continuidad del presidente más allá del 7 de agosto de 2026. Al mencionar Cristo que se materializaría en el próximo cuatrienio y bajo el marco de la actual Constitución, sienta una posición para quitar dichos miedos legítimos ciudadanos, pero entonces se pone sobre la mesa, con fuerza, lo que se avizora como el gran tema para la campaña.

El país necesita reformas, equidad, prosperidad económica y seguridad. A sabiendas de esto, seguramente querrán promover la posibilidad de una Constituyente, inviable en este gobierno, pero como propuesta para el siguiente. La posibilidad de una constituyente puede llevar a polarizar, señalar y agrupar la elección presidencial entre los que estén de acuerdo y los que no. O de forma más extrema: entre los que quieren reformas o que todo siga igual. Hablar de reformas puede atraer y unir diferentes sectores.

Un país con la inequidad e informalidad actual evidentemente requiere reformas. Todos debemos tener la garantía de los mismos derechos. La discusión es qué tipo de reformas y su contenido. El fondo y la forma. ¿Se requiere de una Constituyente para esas reformas? No, necesariamente. Colombia sin duda, necesita fortalecer la autonomía de los departamentos y municipios, sobretodo la presupuestal. Menos dependencia centralista presupuestal y más desarrollo económico local y regional. Este tema puede sonar de gancho y como música para que gobernadores y alcaldes miren con buenos ojos la constituyente.

Un acuerdo nacional debe tener claro el para qué y su única vía no es una constituyente. La Constitución del 1991 tiene apenas 33 años. Profundizarla no es cambiarla, hay es que cumplirla. La estabilidad jurídica es fundamental. Falta tiempo pero se adelantó, aún más, la campaña y la estrategia está definida.