Los colombianos, estamos acostumbrados a vivir y a celebrar glorias y orgullos individuales que nos demuestran cada vez más, que vivimos en un país que no sabe jugar en equipo.
Para la muestra, solo por mencionar algunas de las personas quienes han enaltecido los colores de nuestra bandera, como Lucho Herrera; Juan Pablo Montoya, Caterine Ibargüen, Mariana Pajón, María Elisa Calle, Fabiola Zuluaga, Egan Bernal, Nairo Quintana, James Rodríguez, Linda Caicedo, Shakira, Totó La Momposina, Sofía Vergara, Karol G, Maluma, Juanes, Carlos Vives, J Balvin, Laura Montoya, Fernando Botero, Enrique Grau, García Márquez, Rodolfo Llinás y Adriana Campo Uría, quienes entre muchos, hacen de Colombia, en tierras lejanas, un pedazo de patria que siempre es bien recibida.
Acá, quienes saben de fútbol o de jugar en equipo me entenderán y compartirán el hecho que siempre será más complejo el éxito en colectivo que, cuando se logra de manera individual, sin demeritar a quienes han logrado poner a sonar nuestro himno en el extranjero.
No cabe duda que para alcanzar un resultado que trascienda barreras, siempre tendrá mayor alcance si este se ha logrado en equipo, y acá no hablo de fútbol, solo pongo a consideración del lector, aquello que como colombianos hemos logrado desde la emancipación con España y, que gracias a un grupo de valientes fue que alcanzamos la libertad y el derecho de poder izar nuestra bandera.
Esa bandera que debemos mostrarle al mundo porque Colombia es grande, se respeta y como en los peores momentos o partidos, hemos salimos victoriosos.
Estoy convencida que, si en equipo, todos creemos que somos los mejores, lo podemos conseguir, siempre y cuando lo que pensemos sea coherente con que hagamos y acá sí voy a hablar de fútbol, porque en Colombia, estamos a portas de un evento que de seguro nos unirá como ganadores.
Para quienes no saben, la Copa América es el torneo de fútbol más antiguo del mundo, es motor de reactivación económica para los países que logran llegar a más espectadores como es el caso de nuestra Colombia que disputará la final este próximo domingo contra Argentina.
A Argentina, solo le deseamos suerte en su proceso de reactivación económica, el cual por cierto va por buen camino. Lo único que tenemos que envidiarles es el presidente, quien, con bastante pelo y pantalones, ni se compara con el de nuestro país, quien, por estos días, debe estar más pendiente de la economía pujante panameña, que del gran impacto económico que de seguro tendremos en Colombia, cuando nos quedemos con la Copa América.