La Copa América nos ha regalado una edición inolvidable, y nuestra Selección Colombia ha sido protagonista indiscutible. Llegar a la final con una racha impresionante de 28 partidos sin perder es un logro que merece ser reconocido, gracias a dirección técnica del profesor Néstor Lorenzo, fundamental en este recorrido, y al profesionalismo y temple de todos los convocados.
James Rodríguez ha sido una estrella en este torneo. Su habilidad para crear jugadas, sus asistencias y su capacidad para liderar en el campo lo posicionan como el mejor jugador de la Copa América. Luis Díaz, otra estrella de Colombia, ha mostrado una entrega y una lucha admirables, contribuyendo con goles y demostrando su sentido de pertenencia con la camiseta nacional.
Lo dijo el portal español AS: “El volante de la Selección Colombia ha sido el mejor jugador de la Copa América, que lo eligió como el mejor futbolista de la fecha 1, 2 y 3 de la fase de grupos, así como de los cuartos de final y las semifinales. El centrocampista ha recibido cuatro premios MVP y es el líder de asistencias con seis, logrando una marca histórica en el certamen. Además acumula un gol.”
Como rival tendremos a Argentina, actual campeona del mundo y del certamen. Reconocemos la calidad de sus jugadores, como Lionel Messi, cuya historia en el fútbol es indiscutible. Sin embargo, nuestra fe y apoyo están con nuestra selección. Desde la distancia todo un país hará fuerza para que esa copa llegue el lunes a Colombia.
Y la gran estrella y fortaleza de los argentinos es el portero, el que le dio la clasificación a su selección en los cuartos de final ante Ecuador desde el punto penal, en donde se llevó el premio al MVP. El portero además tiene la valla menos vencida con tan solo un gol en contra.
En lo extra-futbolístico es necesario hablar del gran gesto del presidente Gustavo Petro, quien decretó día cívico en Colombia, independientemente del resultado de la final. Esta decisión refleja el valor de nuestra selección y el impacto positivo que tiene en la sociedad. Es lamentable que algunos gobernadores y alcaldes hayan decidido no acatar esta solicitud por razones políticas, dejando de lado el espíritu de unidad y celebración que merece nuestro equipo.
Invito a todos los colombianos a celebrar en paz, sin importar el marcador final. Las victorias en el deporte deben unirnos, no dividirnos. Mi pronóstico es un 2-1 a favor de Colombia, pero si el resultado fuera adverso, debemos recibir a nuestros jugadores como campeones, porque han demostrado corazón, talento y compromiso.
Hoy, más que nunca, todo un país los apoya. Vamos Colombia, que la victoria está a un paso.