Neiva, nuestra querida ciudad capital, enfrenta una crisis administrativa y social que demanda atención urgente. La reciente descategorización, la creciente inseguridad y la extorsión a nuestros comerciantes son problemas graves que requieren el esfuerzo conjunto de todos nosotros.
El informe de la Contraloría General certifica la pérdida de categoría de Neiva, lo que tendrá serias consecuencias para nuestras finanzas e inversión social. A partir de 2025, esta descategorización afectará la capacidad de inversión y la percepción de las entidades bancarias sobre nuestra ciudad, aumentando el riesgo financiero y reduciendo la inversión social necesaria.
Esta situación nos obliga a implementar un plan de saneamiento fiscal y financiero, conforme a la Ley 617 de 2000 y sus decretos reglamentarios. Es crucial tomar decisiones acertadas para que en 2026 Neiva recupere su categoría, mejorando así su sostenibilidad financiera, fiscal y económica.
Otro problema que nos afecta a todos es la inseguridad. A pesar de los esfuerzos por mejorar la vigilancia y la presencia policial, los robos, hurtos y asaltos siguen siendo una preocupación constante. Este ambiente de inseguridad no solo afecta la vida diaria de los neivanos, sino que también impacta negativamente el desarrollo económico y social de la ciudad.
La comunidad reclama acciones más efectivas y coordinadas para combatir este flagelo. En este aspecto, la colaboración entre ciudadanos y fuerzas de seguridad, junto con la implementación de tecnología avanzada y programas de prevención que brinden oportunidades laborales a los jóvenes en riesgo, es prioritaria. Solo con un esfuerzo conjunto podremos salvar a Neiva.
La extorsión es otro problema que está asfixiando a nuestros comerciantes, creando un clima de miedo e incertidumbre. Este tipo de delitos no solo pone en riesgo la seguridad de los neivanos, sino que también afecta gravemente la economía local.
Estamos en un momento de crisis, por lo que es imprescindible que todas las fuerzas vivas del departamento se unan para apoyar los procesos necesarios que permitan a Neiva recuperar su categoría y mejorar en materia de seguridad. No podemos permitir que nuestra ciudad capital, el centro administrativo y político de nuestro departamento, siga sumida en la incertidumbre y el miedo.
Hago un llamado a los ciudadanos, empresarios, líderes comunitarios y autoridades a trabajar juntos en la búsqueda de soluciones efectivas y sostenibles. Neiva necesita de nuestro compromiso y esfuerzo, de un trabajo en equipo, para superar estos desafíos y construir un futuro mejor para todos. Por mi parte estoy listo para apoyar cualquier proceso.
Neiva puede y debe salir adelante. Con unidad, determinación y acciones concretas, lograremos recuperar la grandeza de nuestra ciudad y asegurar un ambiente seguro y próspero para nuestros hijos.