Enfrentar la inseguridad urbana y rural, reactivar la economía, combatir la corrupción e invertir más en las regiones son hoy por hoy los cuatro mayores retos que tiene el presidente de la República Gustavo Petro Urrego al llegar al ecuador de su gobierno.
En materia de seguridad, al jefe de Estado y su Gobierno no le ha ido nada bien. Los homicidios, los hurtos y el narco-menudeo siguen siendo los mayores ‘dolores de cabeza’ en las ciudades. Entre tanto, en las zonas rurales, la guerrilla del Eln, las disidencias de las Farc con todas sus vertientes, el Clan del Golfo y otros grupos criminales delinquen a sus anchas. En regiones como el Huila, los ‘bombazos’ y las extorsiones están socavando a los empresarios y comerciantes, quienes están desesperados. Lamentablemente, la ‘Paz total’, la política de acercamiento con las organizaciones ilegales, hizo agua hace rato y el Gobierno no lo ha querido reconocer. Los ceses al fuego han sido utilizados por los miembros de estos grupos, para incrementar su poderío.
En cuanto a economía, los números en rojo de sectores clave como el comercio, la industria y la construcción son señales irrefutables de que las cosas andan mal. Llegó la hora que el presidente Petro deje atrás de una vez por todas su discurso incendiario contra los empresarios y la iniciativa privada. Es urgente recuperar la confianza para atraer la inversión. Esto se traduce en empleo y generación de ingresos para los hogares colombianos. Así de simple.
En referencia a la corrupción, este monstruo de mil cabezas se ha convertido en el gran tormento del mandatario de los colombianos. Petro quien siempre se mostraba asqueado con la corrupción, los escándalos de saqueos del erario han estado a la orden del día en estos dos años. Es crucial que haga mucho más que decir que en gobiernos de sus antecesores han robado más que en el de él.
Y por último, el presidente Petro está en deuda con el Huila en materia de inversiones de infraestructura y sociales. El anhelo de los huilenses en este sentido aún no se materializa.
