Los huilenses han tenido que soportar por estos días no solo las altas temperaturas sino los incendios forestales en Neiva y varios municipios del departamento. Los organismos de socorro se han visto en ‘calzas prietas’ para atender estas emergencias, algunas de las cuales han sido de gran magnitud.
Las cifras muestran que lo que está viviendo la región en materia de incendios forestales es grave. En el año 2020 se reportaron 366 incendios afectando 6.340 hectáreas; en el 2021 se registraron 121 incendios que incineraron 1.556 hectáreas; en el 2022 se presentaron 105 eventos, quemando 905 hectáreas; en el año 2023 se reportaron 471 incendios afectando 14.77 hectáreas y en lo que va del 2024 se han registrado más 388 incendios, incinerando 2.826 hectáreas.
Además de Neiva, los municipios más afectados por incendios de cobertura vegetal han sido Palermo, Yaguará, Aipe y Villavieja. Pero eso no quiere decir que sean los únicos golpeados por las altas temperaturas, ya que la amenaza de incendios forestales se extiende a otros como Baraya, Isnos, La Plata, San Agustín, Tello, Teruel, Algeciras, Colombia, Saladoblanco, Íquira, Santa María y Tesalia.
Teniendo en cuenta que los incendios forestales alteran, degradan y destruyen los ecosistemas, afectando de manera severa la flora, la fauna y el recurso hídrico, es frustrante que los mismos organismos de socorro estén reportando que muchos de ellos son provocados por manos criminales.
Frente a esto, es urgente que la propia ciudadanía adquiera el compromiso de proteger sus zonas verdes y evitar las fogatas, pero que al mismo tiempo sea la comunidad la que denuncie ante la Policía, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM, y demás autoridades si observa a inescrupulosos propiciando quemas. Obviamente, habrá que exigirles a estos organismos mayores controles y sanciones ejemplares para los autores de estos incendios.