Al hablar de comunicación, quien habla debe estar sintonizado con quien escucha y viceversa. Por dar un ejemplo, quien habla no puede estar en frecuencia radial A.M y quien escucha en F.M ya que la comunicación no va a fluir. Si sintoniza una, deja de escuchar la otra. Y creo que en Colombia este ejemplo es pertinente por la situación que atraviesa el país.
Tenemos un presidente que le habla a la gente, al pueblo, a los colombianos más alejados en A.M, y ellos escuchan esa frecuencia. Esa frecuencia los mueve y motiva pues les dicen lo que quieren oír. Mientras, la oposición parece hablar en F.M, con un tecnicismo absurdo, quedándose en la crítica a Petro, respondiéndole cuanta locura propone y dejando que él haga propio y exclusivo su discurso, permitiéndole adueñarse del escenario. Es por esa razón que el pueblo colombiano, no los empresarios o los estratos medios, sino la base, esa a la que Petro le habla permanentemente, parece no escuchar discurso diferente.
Petro tiene su emisora en A.M y nadie le compite en esa frecuencia. Su narrativa está centrada en la justicia social, la equidad y el cambio estructural. Pero, ¿de cuándo acá ese discurso debe ser referente exclusivo de la izquierda? ¿No puede acaso, en este mundo moderno, ser también de derecha o de centro? Él ha defendido temas como la reducción de la pobreza, la paz, la justicia ambiental y la lucha contra la corrupción, asuntos sobre los cuales la derecha también propone soluciones.
Es increíble. Utiliza la narrativa de la izquierda conectando con lo que el pueblo quiere oír, en A.M. Y la derecha, cuando habla en A.M, se queda criticándolo y victimizándolo. Por eso, los que escuchan A.M, dicen que no lo han dejado gobernar.
Los temas de Petro no son de izquierda o de derecha, son del metro cuadrado de la gente que padece el olvido estatal. El desafío de la pobreza y la equidad también es del centro y la derecha colombiana, así como la paz, el tema ambiental, la lucha contra la corrupción, la educación y salud de los colombianos.
El centro y derecha en nuestro país no pueden seguir hablando en una sintonía diferente a la que la gente, por necesidad, desespero y desconfianza, escucha. Si Petro habla en A.M, pues hagan lo mismo. Demuéstrenle al país que nuestras necesidades no las soluciona el discurso retórico de la izquierda, sino la voluntad férrea de líderes que piensan más en Colombia que en ellos mismos. Y son muchos los que desde el centro y la derecha colombiana representan ese sentir popular.