El megaproyecto financiado con recursos de regalías petroleras lleva dos días paralizada. Además de los inconvenientes financieros, el consorcio español Lopesan Fronpeca, no había renovado los contratos a los constructores ni tenía asegurado el suministro de materiales. El megaproyecto financiado con recursos de regalías petroleras lleva dos días paralizada. Además de los inconvenientes financieros, el consorcio español Lopesan Fronpeca, no había renovado los contratos a los constructores ni tenía asegurado el suministro de materiales. RICARDO AREIZA LA NACIÓN, Neiva La construcción de la torre materno infantil de alta complejidad, proyectada desde el anterior gobierno departamental como una de las grandes obras, entró en la ruta crítica. El proyecto, adjudicado al consorcio español Lopesan Fronpeca, avanza a media marcha, en medio de crecientes problemas financieros y un considerable retraso, a menos de tres meses de vencerse el plazo inicial para terminarlo. Las obras fueron suspendidas desde el miércoles pasado. El macroyecto que demanda una inversión total estimada en $27.414 millones, proveniente de regalías petroleras, registra un considerable atraso, que impedirá que se termine, como estaba programado, el 23 de octubre próximo. La parálisis se registró, según funcionarios de la interventoría, porque ninguno de los subcontratistas tenía vigente el contrato, lo que impedía el pago de la seguridad social y riesgos profesionales a los trabajadores. Por esa razón, el director de la obra, no les permitió el ingreso. Al atardecer de ayer, el consorcio Lopesan le renovó el contrato al ingeniero Ulber Ramírez, quien reanudará hoy las labores, con unos 50 trabajadores. El segundo contratista, Gustavo Rodríguez, al parecer, no continuará al frente de las obras. Cesantes Cerca de 80 trabajadores permanecieron con los brazos cruzados, esperando que les garantizaran la seguridad para poder reanudar sus labores, en la parte estructural, donde se registran los mayores retrasos. Los obreros, la mayoría provenientes de otras ciudades del país, estuvieron cesantes en los casetones esperando que les autorizaran el acceso. Unos pocos trabajadores adelantaban ayer actividades de mampostería en una de las torres. Las demás actividades estuvieron suspendidas. Otro de los frentes también se paralizó por falta de concreto. La empresa sólo ejecutó en la última semana apenas 30 metros cúbicos diarios de concreto, lo que demarca la lentitud de los procesos constructivos. Con anterioridad ha registrado dificultades en el suministro de hierro, aparentemente solucionado, lo que ha retrasado el cronograma original, pactado en el contrato. Retrasos Aunque los constructores se comprometieron desde el 2 de abril pasado a adoptar un plan de contingencia para agilizar las obras, hasta la fecha no han cumplido. Sólo se han realizado algunas reprogramaciones que no garantizan la terminación de las obras en el tiempo pactado en el contrato. “Estamos un poquito quedados, hay que admitirlo, pero estamos haciendo esfuerzos para terminar la obra. No en el tiempo previsto inicialmente, pero la vamos a terminar. Esta es una obra de mucho cuidado y le estamos poniendo todo el empeño para concluirla”, recalcó el director del proyecto arquitecto Álvaro Dávila. Estimó que en el proceso se han presentado inconvenientes de distinta naturaleza, incluyendo aspectos de diseño, demoras por mal tiempo, falta de suministros, y desde luego, temas financieros. “Son aspectos técnicos, normales en cualquier obra, pero repito, son subsanables, lo único irreparable es la muerte”, insistió. Inconvenientes Asimismo reconoció que la obra avanza a media marcha por las dificultades encontradas, pero reiteró la voluntad para poder terminarla. “Aquí se han encontrado inconvenientes de parte y parte, no sólo de una parte, la culpa es de todos. No solo inconvenientes técnicos, también financiero, pero estamos buscando soluciones para remediar el tema financiero. “Hemos aportado dineros, pero necesitamos que la interventoría autorice los pagos sobre los avances de obra, para fortalecer los frentes de trabajo. Los materiales, el concreto, el hierro hay que pagarlo de contado y estamos resolviendo las dificultades. Hemos tenido un desfase de tiempo, pero también un desfase de dinero”, admitió Dávila. Y de paso anunció que superadas estas dificultades, en diciembre próximo entregarán terminada la obra. Sin embargo, a juicio de directivos del centro asistencial, la meta es imposible, en las actuales condiciones. Flujo financiero La falta de un flujo financiero acorde con la magnitud de la obra, es a juicio de los interventores, el principal obstáculo para asegurar la terminación del proyecto. Hasta el momento la firma sólo ha ejecutado $4.253 millones, el 84 por ciento del anticipo, cuando la obra se encuentra ejecutada en un 38 por ciento. Según los avances, sólo se han invertido recursos del anticipo estimado en $7.000 millones. La firma ha ejecutado en promedio $500 millones mensuales cuando tendría que invertir $4.000 millones. A este ritmo, la firma necesitaría por lo menos dos años en terminar el proyecto. En alerta Estamos preocupados por la parálisis. Cuando creíamos que la multa que se le impuso el 27 de julio pasado, serviría para que se reactivarán las obras, lo que estamos viendo es que hay una parálisis. La obra lleva dos días paralizada, no se ha pagado la seguridad social de los trabajadores, no vemos agilidad. Y lo más grave: no vemos un compromiso financiero para demostrar que la obra se va a terminar”, afirmó el gerente del Hospital Universitario, Jesús Antonio Castro Vargas. El funcionario advirtió que la próxima semana se realizará un nuevo comité técnico para evaluar lo que está sucediendo y tomar medidas correctivas. A la reunión fue invitada la gobernadora Cielo González Villa. “Lo que vemos-dijo- es que a este ritmo la obra no estará lista en los términos convenidos, lo que nos obliga a tomar medidas”, subrayó. Por ahora, la empresa Seguros del Estado, que amparó las pólizas de garantías se notificó de la sanción impuesta al consorcio español, por incumplimiento. “Lo único que esperamos es que la obra se termine. Tenemos que evaluar lo que está pasando con los contratistas. Parece que tienen dificultades, pero debemos asegurar la terminación del proyecto”, aseguró la gobernadora Cielo González Villa. El complejo proyectado para mejorar la atención materno infantil, avanza a ritmo lento. Los trabajadores estuvieron con los brazos cruzados y sin seguridad social, lo que ocasionó un nuevo retraso. FOTOS SERGIO REYES