Un importante ecosistema integrado por una considerable variedad de especies animales y vegetales, ubicado en el sur de Neiva, se encuentra en peligro de extinción. Un importante ecosistema integrado por una considerable variedad de especies animales y vegetales, ubicado en el sur de Neiva, se encuentra en peligro de extinción. El acelerado crecimiento urbanístico y la falta de control a los desechos, tienen al Parque Jardín Botánico reducido y abandonado. Radiografía. GINNA TATIANA PIRAGAUTA G. LA NACIÓN, NEIVA Hasta hace cerca de tres años, babillas, patos, aves y un número indeterminado de especies vegetales, convivían armónicamente en el Parque Jardín Botánico de Neiva ‘Bertha Hernández de Ospina’, un importante pulmón ambiental ubicado en el sur de la ciudad, constituido por iniciativa privada, sin ánimo de lucro, para el beneficio comunitario. En el lugar ubicaron senderos ecológicos y un lago artificial en el que múltiples especies se adaptaron rápidamente. El avistamiento de aves era una de las mayores atracciones. Estudiantes de Licenciatura de Biología de la Universidad Surcolombiana registraron más de 30 especies de pájaros nativos. Sin embargo, este esfuerzo privado no tuvo el acompañamiento estatal para su protección y mantenimiento. Con el paso de los años, los senderos desaparecieron en medio de la maleza y de los escombros que se depositan masivamente, en uno de los pocos referentes ambientales y académicos con el que cuenta el sur de Neiva. El lago se ha secado paulatinamente, mientras la delincuencia que se agazapa en el lugar, crece sin control. Obreros de una construcción aledaña aseguraron que hace dos días fue víctima de hurto un joven que realizaba prácticas subacuáticas en la laguna. Por lo tanto, el único espacio en el que se puede contemplar las especies con tranquilidad es en el interior del parque Huila Extremo. El importante proyecto de Parque Jardín Botánico agoniza ante la impotencia de los ambientalistas y líderes comunitarios. “Este era un lugar de actividad académica, de paisajismo y de gran belleza, ya que el lago artificial cubría seis hectáreas. Allí llegaba la quebrada Matamundo y había especies vegetales de gran valor en nueve hectáreas de tierra. Se podían visibilizar orquídeas y heliconias”, aseguró Paula Cortés, estudiante de la Universidad Surcolombiana. “El objetivo era la preservación del medioambiente y el desarrollo de la flora y la fauna. Sin embargo, estamos muy preocupados porque las construcciones de nuevos proyectos habitacionales que se realizan cada vez están más cerca del humedal. En muchos lugares se ha secado el lago por los escombros que arrojan de manera constante y por la tala indiscriminada. Ojalá que las autoridades tomen cartas en el asunto”, explicó la universitaria. El biólogo y docente de la Universidad Surcolombiana, Mijael Brand Prada, manifestó que durante sus prácticas académicas visitó el lugar con sus estudiantes. “Era un sitio muy bien organizado, tenía mantenimiento, era limpio y agradable para visitar”, aseguró. “Hace un año tuve la intención de regresar, pero ya no fue tan fácil. Ahora está abandonado, se dejó enmontar y no tiene mantenimiento. Los senderos se encuentran destruidos, el lago está contaminado por los vertimientos. Monte es lo que queda de lo que pudo ser un jardín botánico para Neiva. Alrededor sólo hay escombreras”, manifestó. Leyla Marlene Rincón, especialista en Educación Ambiental de la Universidad Surcolombiana, manifestó que la situación es realmente seria. “El problema de este ecosistema es el urbanismo. Uno de los problemas de la laguna es la falta de alcantarillado de los barrios que están en la zona y lo contaminan, pero eso se puede remediar. Lo que no tiene solución es la construcción de viviendas a su alrededor, porque este es un daño que se crea para siempre”, expresó la especialista. 
El parque Jardín Botánico de Neiva ‘Bertha Hernández de Ospina’ es un importante pulmón para el sur de Neiva. Fotos Sergio Reyes 
Un importante ecosistema integrado por variedad de especies animales y vegetales se encuentran en el lugar. 
Preservar el ecosistema es una preocupación para ambientalistas, académicos y habitantes del sector. 
El Jardín Botánico de Neiva es un lugar ideal para el avistamiento de aves. 
En el lago artificial se adaptaron rápidamente una considerable variedad de especies. 
Los escombros de las construcciones amenazan el ecosistema del Jardín Botánico.
