Por falta de apoyo, la reina departamental y virreina nacional del Bambuco, Gabriela Vásquez Molano tuvo que vender rifas para pagar las deudas por cerca de diez millones de pesos que le dejó su participación en el certamen.
Carol Medina Soto
huila@lanacion.com.co
De vivir un sueño a estar en una pesadilla pasó rápidamente, la reina departamental y virreina nacional del Bambuco, Gabriela Vásquez Molano, pues las deudas por su participación en el certamen son hoy aproximadamente 10 millones de pesos. Las rifas, han sido su alternativa, pero también su voz de protesta para que en las próximas fiestas de San Pedro se brinde un verdadero apoyo a las candidatas del Festival del Bambuco.
Gabriela, representó con orgullo al municipio de Garzón, donde la Alcaldía le dio los recursos para llegar a Neiva y luchar por la corona a señorita Huila, y se la ganó, pero la dicha por cumplir su sueño, se convirtió en un calvario.
“Como reina departamental me dieron como premio a mi esfuerzo 10 millones de pesos que luego tuve que invertir en el Reinado Nacional. Mi participación en el reinado costó entre unos 25 a 30 millones de pesos, eso incluye el costo del parejo al reinado departamental y reinado nacional, maquillaje, accesorios, vestuario, estudios fotográficos, transporte, hospedaje y alimentación para mi comitiva entre otras cosas”, resaltó la reina en diálogo con LA NACIÓN.
Un traje sucio y un millón y medio de pesos
Debido a la falta de apoyo, la garzoneña decidió enviar un derecho de petición a Corposanpedro donde solicitaba recursos para poder saldar las deudas generadas por culpa del certamen.
“Me dijeron en Corposanpedro, al principio que no había ayudas, incluso que dejara la misma muestra folclórica que hice para el departamental, y yo no quise, a mí no me dieron un trato digno. Me dijeron que me iban a colaborar con un traje del Sanjuanero de José Luis Roldán, y ese traje no me correspondió con las medidas, tenía imperfecciones, me sentí muy mal porque no se esmeraron para representar bien a mi departamento, tenía el tul roto y estaba sucio, era un traje de segunda que no usé, me daba pena. Yo mandé a hacer otro traje para el Reinado Nacional, como plan B con Delia Artunduaga, y con ese salí y quedé como virreina nacional”.
“Yo envié entonces un derecho de petición y me respondieron que el apoyo era de tres millones de pesos, y en ningún momento se dijo que era con un vestido del Sanjuanero dañado por millón y medio y otro millón y medio de pesos en efectivo, y eso fue lo que me entregaron”, afirmó.
“No somos maniquíes, somos embajadoras del folclor huilense”
Ahora, para conseguir el dinero, la reina acudió a la solidaridad de los huilenses vendiendo rifas por valor de 20 mil pesos.
“Fueron 250 rifas las que vendí, eso es una gran ayuda, la gente ha sido muy linda conmigo, me ha mostrado su apoyo incondicional en esta situación, no me dejaron sola y las logré vender en 15 días”.
“No somos maniquíes de los políticos, sino embajadoras culturales. Mi objetivo es trabajar por mi Huila, siempre he estado en todo con las uñas, pero visibilizando nuestra cultura y nuestro folclor”, añadió.
Por último, Gabriela aprovechó para hacer un llamado para que en las próximas festividades se brinde más apoyo a las reinas del Bambuco.
“Yo solo espero que a la próxima reina de verdad le ayuden, que no le pase lo que me pasó a mí. El trato que se me dio no fue digno”, finalizó.