LA NACIÓN
La abogada Paula Andrea Ariza, siguiendo el ejemplo de una mujer que en Popayán, Cauca, denunció a su agresor, hizo lo mismo con el litigante Arbey Camilo Cantillo, quien en medio de una discusión la arrojó al suelo y le pegó una patada en la cara.
La mujer, por temor u otro sentimiento, no denunció la agresión a tiempo, que ocurrió el 20 de mayo del año en curso, luego de una cabalgata que se realizó en el municipio de Pitalito.
CELOS Y AGRESIÓN
La denuncia contra el presunto agresor fue interpuesta ante la Fiscalía 33 de Pitalito. Y en relación a los hechos, la abogada le indicó a un medio de la región que todo inició por un problema de celos del abogado quien ofuscado la arrojó al suelo, donde le habría pegado una patada en la cara.
Producto del golpe la afectada sufrió una herida en medio de las cejas en la que le cogieron cinco puntos y al día siguiente se le hinchó el ojo derecho.
IBA A DENUNCIAR
La mujer les indicó a las autoridades judiciales que iba a denunciar al presunto agresor, quien también además de abogado es caballista, pero éste le habría pedido que no lo hiciera, que viajaran a Cali y allí una enfermera conocida le realizaría las curaciones respectivas hasta que le sanara la herida.
El caso es investigado por los detectives quienes se encuentran recolectando las pruebas y testimonios pertinentes del caso.
La víctima de la agresión, por temor, tomó la decisión de salir del Valle de Laboyos, por su propia seguridad.
Muestras de solidaridad
Por redes sociales los internautas se solidarizaron con la profesional del derecho y le enviaron mensajes como el de Odila Gómez Carvajal, quien expresó: “Qué vergüenza, que asco de personaje. Que más se puede esperar de una persona que por su arte se desenfoca y pierde la noción tratando a una mujer o persona como trata a un caballo”.
Asimismo, María Eugenia Zúñiga indicó: “Yo viví en carne propia este tipo de violencia doméstica y uno no denuncia por amor y por temor al agresor, también por la sociedad en que vivimos. El maltratador después de llorar y pedir mil veces perdón, arrepentirse y escudarse trata de convencer a su víctima para que no denuncie”.