En el mundo hay 50,3% de hombres y 49,7% de mujeres según la ONU. En Colombia, las mujeres representan el 51,2% según el DANE. No debería ser una competencia, sino una convivencia. Sin mujeres, no habría hombres y menos machirulos alfa ¿Cuántos machistas resistirían la labor de parto? La ciencia dice que casi ninguno.
Quiero vivir cada día como un acto de valentía, haciendo de mi existencia una declaración de resistencia frente al machismo. Nos tienen miedo porque saben que tenemos resistencia al dolor, adaptabilidad y la capacidad de dar la vida por nuestras causas. Las etiquetas y prejuicios no deberían definirnos. Somos libres, únicas, con sueños, errores y decisiones que merecen respeto y empatía.
No tiene sentido odiar a los hombres ni darles un lugar inmerecido. Más bien, valorarlos como aliados y mostrar que la igualdad es un puente, no una guerra. Agradezco cada apoyo recibido y, desde esa gratitud, lucho contra el arcaico machismo. Es urgente exigir justicia para quienes ya no pueden hacerlo, las víctimas de violencia que quedaron sin voz en un sistema que muchas veces les falló.
Pasé nueve meses protegidos en el vientre de mi madre, ese refugio cálido y seguro que me permitió ser quien soy hoy. Me pregunto: ¿cuántos hombres reflexionan sobre lo que significa ese vínculo inicial? Que más hombres se inspiren en historias que pueden verse en Netflix como por ejemplo la de Madam C.J. Walker, quien sí que rompió barreras, o las heroínas de “Seis Triple Ocho”, rodeadas de prejuicios escribieron páginas de coraje y determinación. Estas mujeres nos enseñan que la igualdad no solo es un derecho, sino también una responsabilidad compartida.
Honremos a quienes pavimentaron también el camino que no son pocas y en Internet o en Youtube hay información de sobra: Juana de Arco, Harriet Tubman, Marie Curie, Rosa Parks, Frida Kahlo, Malala Yousafzai, Eleanor Roosevelt y tantas más. Cada una nos debe inspirar a construir un mundo más justo, con oportunidades que no dependan del género, sino del talento y la dedicación.
Según la OMS, las mujeres representan el 70% del personal sanitario, pero ocupan menos del 25% de los roles de liderazgo. Mientras tanto, las cifras de violencia siguen siendo alarmantes, un recordatorio de que la desigualdad aún está ahí, amenazándonos.
No soy mujer, pero sé que no necesitamos imaginar cómo acá ser alguien más para entender que el respeto mutuo es la base de una convivencia justa y humana. Por un 2025 con verdadera paz, un futuro donde hombres y mujeres construyamos juntos respeto, solidaridad y justicia. El mejor empoderamiento es no joder al prójimo, las flores son lindas pero muy insuficientes.