Acabar con “ollas”

La tajante orden del presidente Juan Manuel Santos a su Ministro de Defensa y al Director General de la Policía para que en el lapso de 60 días acaben con 24 “ollas”, expendios de droga, que están identificadas en 20 ciudades del país, no debería ser necesaria para que las autoridades adelanten esas acciones que tanto reclama la ciudadanía. La tajante orden del presidente Juan Manuel Santos a su Ministro de Defensa y al Director General de la Policía para que en el lapso de 60 días acaben con 24 “ollas”, expendios de droga, que están identificadas en 20 ciudades del país, no debería ser necesaria para que las autoridades adelanten esas acciones que tanto reclama la ciudadanía. Lo que generalmente se ha escuchado en nuestras ciudades y municipios más grandes es que las “ollas” están a la vista de todo el mundo, lo saben tanto los vecinos como la Policía pero poco o nada se hace para frenar esos expendios o ejecutar acciones legales desde la Fiscalía para allanarlas, declarar la extinción de dominio de las casas y procesar a los expendedores. En las zonas urbanas más densas del Huila, Neiva y Pitalito, se ha dicho casi siempre que las casas desde donde se expende al por menor bazuco, marihuana y cocaína están plenamente identificadas, se conoce a sus habitantes o propietarios, se sabe que incluso usan a menores de edad como camuflaje para el expendio pero nada pasa con esas viviendas. Que tenga que ser el propio Presidente de la República el que dé una orden terminante a los policías para que se tomen acciones drásticas, nos da la idea de la desidia, negligencia y falta de acción contundente para atacar esos centros ilegales de distribución y consumo de alucinógenos. O acaso alguien en Bogotá no sabe que es en la zona del “Bronx”, que Santos visitó, donde están las grandes bodegas de todo de tipo de estupefacientes, o en Neiva que los “supermercados” de drogas están en Bajo Tenerife, Surorientales, Galán, San Martín, Gaitán, Bogotá, Oasis, Las Palmas y algunos asentamientos, o que en Pitalito en los barrios Popular y Porvenir se consigue todo tipo de sustancias ilegales. Incluso en el caso de Neiva la misma Policía ha dicho que están plenamente ubicados por las autoridades y en proceso de judicialización para allanar e iniciar el proceso legal de extinción de dominio, unos 23 predios donde se expenden alucinógenos, la mayoría ubicadas en las comunas 6, 7 y 10 de la ciudad. La gravedad de estos sitios es que no solo se expenden drogas sino que se convierten en verdaderos centros del delito, alrededor de los cuales se mueven otro tipo de negocios oscuros, prostitución, trata de personas, explotación de menores de edad, tráfico de armas y sicariato, y la comunidad alrededor queda atrapada y a la buena de Dios, sometida al silencio obligado, al temor constante y a la exposición permanente de sus niños a todo tipo de peligros. Y si se trata de ubicarlas, no es nada difícil llegar hasta tales centros del delito: basta una simple labor de inteligencia encubierta para llegar hasta cualquiera de las “ollas”, otra cosa es que no haya habido la suficiente decisión de las autoridades para caer sobre ellas y sus responsables. Según Santos tienen 60 días para eliminarlas; creemos que, vistas las cosas, una semana podría ser suficiente. “La gravedad de estos sitios es que no solo se expenden drogas sino que se convierten en verdaderos centros del delito…” Editorialito El Incoder anunció la reactivación del distrito de riego Tesalia-Paicol. Y la meta: terminarlo en diciembre de este año. ¿Será posible? De cumplirse el nuevo cronograma, será una buena noticia. De lo contrario, otra gran frustación.