Las acusaciones que con cierta frecuencia han ocurrido en días pasados en el Concejo de Neiva y que han tenido como epicentro al concejal Carlos Edilson Posada, terminaron ayer con señalamientos del cabildante que motivaron el llanto de la concejala Tatiana Jiménez.
Posada leyó una carta en la hablaba de asuntos políticos cuando dio un giro y se refirió -a criterio de algunos- de manera despectiva a las mujeres y a la forma cómo accedían a un título universitario, sin mencionar a la Concejala.
Posada dijo que mientras unas obtienen título profesionalmente, otras lo consiguen ofreciendo su cuerpo.
Sin embargo, Jiménez no sólo rechazó los términos de la carta, sino que su indignación se convirtió en llanto en plena sesión, que terminó en señalamientos sobre machismo y peticiones de respeto hacia las mujeres y a la corporación.