Advierten precaria atención médica en cárceles del Huila

La Secretaría de Salud Departamental advirtió a los organismos de control una serie de irregularidades detectadas La Secretaría de Salud Departamental advirtió a los organismos de control una serie de irregularidades detectadas en la prestación de los servicios médicos a los internos de las cárceles del Distrito Judicial de Neiva junto con La Plata, Pitalito y Garzón.  La base de datos de internos con que cuenta el Inpec y la ESE Caprecom no concuerda en ninguno de los centros penitenciarios visitados. ALEJANDRA MONTOYA FALLA LA NACIÓN, NEIVA Los reclusos del centro penitenciario del Distrito Judicial de Neiva, al igual que las cárceles de La Plata, Pitalito y Garzón en el Huila, en la actualidad reciben una precaria atención médica, situación que pone en riesgo la integridad física de los internos. La Secretaría de Salud Departamental evidenció la dramática situación, tras una visita de inspección realizada a dichos centros penitenciarios en el Huila, para adelantar una visita de seguimiento a los servicios que se prestan a los internos. Entre los hallazgos más sobresalientes, los cuales ya fueron reportados a los respectivos organismos de control, se encuentra que las bases de datos de la EPS Caprecom Nacional y la del Inpec no coinciden, como sucede con el Centro Penitenciario en Garzón, mientras que en cuanto la prestación de los servicios médicos en los centros visitados se evidenció que no cumplen con los requisitos exigidos por los estándares de habilitación. Asimismo, se encontró que en la mayoría de los casos de los profesionales que laboran en las cárceles auditadas, no se hallaron evidencias de sus hojas de vida ni de su historial laboral. “En efecto, hemos encontrado importantes hallazgos en las visitas practicadas por nuestros funcionarios que estuvieron en los centros carcelarios de cuatro municipios durante este mes, los cuales ya fueron puestos en conocimiento de la Contraloría General, a Procuraduría Regional, la Defensoría del Pueblo, así como del Ministerio de Salud y Protección Social”, advirtió Emma Constanza Sastoque, secresalud Departamental. El informe En el caso del Instituto Nacional Penitenciario de Pitalito se conoció que la base de datos de internos con que cuenta el Inpec y la ESE Caprecom no concuerda, pues mientras la entidad de salud sostiene que atiende a 452 internos, durante la visita se conoció que en realidad son 762. Al parecer, la situación obedece a que el instituto carcelario no está actualizando los datos que entrega a Caprecom para las afiliaciones. Igualmente tampoco hay un dato concreto sobre el número de afiliados por régimen, ya sea contributivo, subsidiado o especiales. Durante la visita de los funcionarios de la Secretaría de Salud Departamental también se encontró que en el área de Recurso Humano no hay hojas de vida de los profesionales y técnicos que prestan sus servicios en el centro carcelario, no se hallaron evidencias de que se hubiera adelantado un proceso de selección de personal, ni verificación de los títulos, y tampoco en las IPS están las hojas de vida. La comisión de igual forma constató que el tecnólogo en Regencia de Farmacia no cuenta con título registrado ante la Secretaría de Salud de Bogotá; no se cuenta con una enfermera para promoción y prevención y desde el 15 de julio no hay higienista oral, y si bien se presta el servicio de psiquiatría una vez al mes, éste no se encuentra habilitado. En cuanto a infraestructura e instalaciones físicas y mantenimiento, no existe un área de aislamiento ni de hospitalización, al tiempo que las áreas de servicio farmacéutico no cuentan con una señalización tal como lo establece la normatividad. Los funcionarios de la Secretaría de Salud Departamental señalan en su informe que en dotación y mantenimiento no hallaron un inventario de equipos, no hay hoja de vida del profesional encargado de mantenimiento, el termohidrómetro se encuentra dañado y no hay un lugar adecuado para el almacenamiento de un alto número de medicamentos. No existe un listado de medicamentos ni de dispositivos médicos, aunque hay allí un termohigrómetro, este no está calibrado y se encuentra en mal estado. Garzón Al igual que en Pitalito, en la cárcel de Garzón se registran irregularidades con la base de datos de los internos debido a que, según Caprecom, a agosto de este año habían 213 reclusos, pero al momento de la visita se registraban 442. En la penitenciaría del centro del Huila los internos manifestaron su inconformidad debido a que existen dificultades al momento de requerir atención en medicina interna y anestesiología, pues no existe oferta suficiente en la ESE de la localidad donde reciben atención. Asimismo, de acuerdo a información entregada por la técnica del penal, también se presentan dificultades debido a que en ocasiones las autorizaciones suelen tardar hasta dos meses. A su turno, algunas internas entrevistadas por los funcionarios de la Secretaría de Salud Departamental sostuvieron que se les ha cambiado la EPS sin su consentimiento, no les han tomado citologías, ni laboratorio clínico y tampoco reciben servicio de promoción y prevención. “Debido a que no se ha prorrogado el contrato para baja complejidad con la ESE María Auxiliadora, por falta de pago, la atención en salud para los internos se ha convertido en un problema, a lo que se suma otra situación que tiene que ver con el médico del centro carcelario, el cual no ha sido contratado todavía y actualmente presta este servicio voluntariamente uno de los internos que ostenta esta profesión”, destaca el informe. Para la Secretaría de Salud Departamental también resulta preocupante que al revisar el área de personal que presta servicios de salud en la penitenciaría de Garzón, no se encontraron evidencias de hojas de vida de los profesionales y los técnicos, ni un proceso de selección de personal y tampoco títulos de los profesionales que laboran allí. Asimismo, el servicio farmacéutico no cuenta aún con un tecnólogo en Regencia de Farmacia, sino con un auxiliar de enfermería que comparte su trabajo en esa área y no hay personal entrenado para la toma de citologías. Se encontró durante la inspección a la infraestructura e instalaciones físicas que no hay poceta de aseo, no hay área para toma de muestras, tampoco se cuenta con un lugar adecuado para la prestación del servicio, ya que es muy reducido y una parte está siendo utilizada por el Inpec para guardar archivos y maquinaria. La Plata En esta penitenciaría persiste el mismo hallazgo que sus similares de Pitalito y Garzón, donde la base de datos de los internos es irregular, pues mientras Caprecom afirma que al mes de agosto contaba con 181 reclusos, en la inspección se censaron 286, debido a que presuntamente el Inpec no la actualiza cuando la entrega a la EPS. De igual forma se evidenció que por no contar con oferta de medicina interna, ortopedia y gastroenterología en la penitenciaría, los internos enfrentan dificultades para acceder al servicio y varios de los entrevistados por los funcionarios de la Secretaría de Salud Departamental calificaron la atención médica como pésima. Al revisar el recurso humano, igualmente se encontró que no hay evidencia de hojas de vida de los profesionales y técnicos, ni del proceso de selección del personal, tampoco de los títulos de los profesionales que laboran en la cárcel. En infraestructura e instalaciones físicas, se encontró en La Plata que no existe un área de aislamiento ni de hospitalización. Cárcel de Neiva En el centro penitenciario de Neiva la Secretaría de Salud Departamental evidenció de manera más marcada la diferencia en la base de datos de los internos, pues mientras Caprecom asegura tener 1.067, quien recibió la comisión subrayó que el número es de 1.825. Al ser inspeccionada la infraestructura e instalaciones físicas del centro carcelario se encontró que no hay una poceta de aseo y limpieza, tampoco un área específica de esterilización ni un lavamanos en el consultorio médico, así como tampoco una unidad sanitaria. Asimismo, no hay área para toma de muestras ni un espacio adecuado para la prestación del servicio, puesto que este es bastante reducido. Los medicamentos no son separados de manera adecuada por tipo de producto. En un mismo estante se pueden hallar los medicamentos y dispositivos médicos. Por último, se tiene que en lo relacionado con recurso humano del personal asistencial no se evidencian hojas de vida de los profesionales y los técnicos, tampoco pruebas del proceso de selección del personal, ni verificación del título. La comisión también encontró que el servicio farmacéutico no tiene recurso humano de tecnólogo en regencia de farmacia, no cuenta con personal entrenado para la toma de citologías. En la cárcel de Rivera se evidenció que mientras Caprecom asegura tener 1.067 internos en su base de datos, en el penitencial los funcionarios de la Secretaría de Salud censaron 1.825 reclusos. En los cuatro centros penitenciarios visitados carecen de un espacio adecuado para la prestación de los servicios médicos. Emma Constanza Sastoque