Hay una honda preocupación en Gigante porque la ceiba de la Libertad, sembrada según la tradición el 5 de octubre de 1851 para recordar la promulgación de la ley de libertad de los esclavos, presenta un estado fitosanitario alarmante.
El tallo principal sufre desde hace mucho tiempo una pudrición que lo ha minado internamente, hasta el punto de que el centro del mismo es un enorme hueco. Este daño, pese al tratamiento efectuado en los años ochenta por gestión del Comité Nacional de Cafeteros, es irreparable. Por suerte, por su forma, las raíces (enormes bambas) todavía sustentan el árbol de manera más o menos eficaz.
La ceiba ha sufrido el desprendimiento de enormes ramas primarias y secundarias como consecuencia de la pudrición producida por los fitopatógenos que han minado su estructura de manera grave. Muchas otras ramas han perdido su parte terminal y de ellas quedan solo muñones podridos que amenazan caer.
En la actualidad, aumenta la alarma la invasión de todas las ramas por una planta que denominamos salvajina, que, según nos informó el doctor Antonio Vargas de la oficina de Planeación Municipal, es síntoma de la descomposición de los tejidos de la ceiba ocasionada por la grave dolencia que padece.
En tiempos anteriores, la ceiba era liberada de tal invasión por la figura legendaria de Jacinto Ospina, a quien las administraciones contrataban para que hiciera la limpieza del enorme ramaje de nuestro árbol insignia. El ágil vendedor de forcha del pueblo recorría todo el árbol en su arriesgado trabajo para el que se aseguraba de las ramas con lazos, y con una sangre fría envidiable dejaba la ceiba limpia y libre de la maleza y de otros organismos parásitos.
Como Jacinto murió en su arriesgado oficio de funámbulo (se cayó de un viejo e inmenso samán en el año de 1994), la ceiba quedó desprotegida, y desde ese fatídico hecho no volvió a recibir el tratamiento de limpieza.
Hoy está invadida completamente por la salvajina y se nota ya la muerte de infinidad de pequeñas ramas. En todas las ramas primarias se observan porciones podridas, algunas de las cuales ya han caído (una de ellas, bastante grande, se desprendió hace más de un mes, y por suerte no hubo desgracias personales). Se ven gruesos muñones de los brazos que en buena parte se han podrido. Por esta época del año, la ceiba está en la etapa de abrir las cápsulas que contienen la semilla, y luego vendrá la reaparición del follaje; pero se notan demasiadas ramas sin los brotes, lo que indica que hay daño en la totalidad del ramaje.
Es tan grave la situación de la ceiba, que la administración municipal optó con acordonarla con la cinta amarilla y negra que indica peligro, pero que fue reventada por los transeúntes. Los giganteños y visitantes continúan transitando por debajo de los frágiles y pesados brazos. En esta temporada invernal, la situación de riesgo se agrava por el exceso de agua que ocasiona mayor peso de las ramas y mayor fragilidad de las que están podridas.
Con urgencia, la administración municipal debe encerrar el espacio de la ceiba con mecanismos efectivos para evitar accidentes de incalculables consecuencias.
Como homenaje de gratitud a nuestra ceiba que tanta imagen ha dado a Gigante, la administración del doctor Iván Luna debería coordinar una limpieza de su ramaje para que los días finales de nuestro árbol rey sean más amables y su imagen embellezca nuestro parque hasta su muerte.
La siembra de la ceiba: una tradición ancestral en América
La ceiba era considerado un árbol sagrado entre las diferentes culturas prehispánicas del área de Mesoamérica, tales como mayas, pipiles, nahuas y taínos (Puerto Rico), entre otros Actualmente, lo sigue siendo en la afrocubana yoruba. También se venera en algunas de las etnias amazónicas del Perú, pues se dice que allí viven ciertas deidades de la selva.
Según la cosmovisión de estos pueblos indígenas, la ceiba o Yaaxché, como le llaman en el idioma maya, el universo está estructurado de tres planos, los cuales se comunican a través de la ceiba sagrada. Asimismo, de acuerdo con la creencia maya, son las ramas de este árbol las que permiten la apertura de los 13 cielos.
Precisamente por la importancia que este árbol representaba para los mayas y otros pueblos mesoamericanos, estos acostumbraban sembrarla en las plazas de sus ciudades. Esto se hace evidente en la antigua ciudad maya de Tikal, donde se encuentran varios ejemplares de esta especie.
Fotos
Graves afectaciones sufre hoy la ceiba de Gigante.
Fotos suministradas
La ceiba, en una fotografía de hace pocos años.
Foto Gerardo Villegas/Secretaría de Cultura y Turismo del Huila.