El alcalde de Campoalegre, Víctor Ramón Vargas Salazar, único mandatario del Huila firmante de paz, hace un balance de su primer año de gobierno y de cómo ha sido la lucha contra la inseguridad. Afirma que el apoyo del Gobierno Nacional no ha sido cómo se esperaba y que la presencia en la región ha sido nula.
Carolina Argüello Cruz
Carolina.arguello@lanacion.com.co
En diálogo con LA NACIÓN, el alcalde del municipio arrocero del Huila, Campoalegre, Víctor Ramón Vargas ‘El Chato’ define el escenario político como un trajinar difícil y espinoso. Es firmante de paz, el primero en el Huila en ser elegido por voto popular; y como seguidor del presidente Gustavo Petro, tiene reparos en cómo está gobernando el país y en la nula presencia que ha hecho en las regiones del país.
Usted siendo el único firmante de paz, ¿cómo se ha sentido gobernando?
Cuando llegamos a este escenario político creíamos que la dinámica era mucho más fácil, pero resulta que encontramos que es un trajinar espinoso, un trajinar difícil, pero, que sin duda, hoy hemos venido asumiendo con responsabilidad. Los partidos políticos tradicionales que durante décadas gobernaron a nuestro municipio han seguido señalándonos y satanizándonos, quizás algunos miembros de estos partidos lo han seguido haciendo, pero, afortunadamente, por el liderazgo que hemos ganado desde una herramienta jurídica que fue nuestra fundación Campopaz, que, en unión de nuestro equipo, de mi familia y la gestora social logramos credibilidad desde de lo social, desde lo político y lo empresarial, se logró que la comunidad haya creído en este proceso político en Campoalegre. Me he sentido bien porque hemos tenido la oportunidad de corresponderle a los más de 7.000 campoalegrunos que nos acompañaron en este proceso. Aquí logramos llegar a la Alcaldía, la campaña fue hasta el 29 de octubre de 2023, ahora nos toca gobernar para toda la capital arrocera del departamento del Huila.
¿Se siente cómodo en estar en estos momentos en esta orilla?
Los destinos de Colombia, la insurgencia y el estado colombiano como tal, inició un proceso de paz en el que nosotros somos reconocidos por la Jurisdicción Especial para La Paz a través del indulto y amnistía, por eso hoy estamos plenamente certificados para estar ejerciendo este cargo como alcalde de elección popular. Las Naciones Unidas, a través del Consejo de Seguridad elevó a nivel internacional un tema del Acuerdo de Paz, dentro de este escenario se abrió un espacio de participación política en las regiones, hoy me correspondió y le doy gracias Dios por esa oportunidad, a la comunidad de llegar a manejar los destinos de la capital arrocera del departamento; municipio con un liderazgo que hicieron los diferentes partidos políticos tradicionales. La comunidad creyó en este ejercicio democrático y hemos estado ejerciendo de manera responsable las posibilidades que nos dio el soberano y la misma Jurisdicción Especial y de poder estar acá como lo habla la carta magna en 1991.
Uno de los aspectos más críticos en el departamento este año ha sido la inseguridad. ¿Cómo ha sido lidiar con este tema en Campoalegre ahora en su posición como Alcalde?
Nosotros encontramos un municipio siendo el más violento, por encima de Pitalito, las cifras lo dicen. Hoy, por la coordinación que hemos venido haciendo con la fuerza pública, con la misma inversión social que se ha logrado, con la aplicación del programa o plan integral de seguridad y convivencia ciudadana hemos logrado llegar a los hogares más necesitados de Campoalegre a través de la recreación, del deporte, del arte y de la cultura. Hemos contrarrestado estos embates de la inseguridad en el municipio de Campoalegre. Cuando nosotros iniciamos este proceso, lo hicimos a través de un grupo significativo de firmas que llamamos ‘Chatos’ que quiere decir Campoalegre humano, amable con trabajo organizado y seguro. La comunidad nos pedía a lo largo y ancho de nuestro municipio de manera respetuosa y consecutiva el tema de la seguridad. Campoalegre era un municipio donde nadie quería venir, nadie quería visitar, nadie quería llegar, era sinónimo de violencia e inseguridad. Hoy podemos decir que Campoalegre goza de tranquilidad, de felicidad, de las posibilidades reales que podamos nosotros construir lo que se ha acabado el tejido social de los hogares.
Las autoridades, en algunos casos, afirman que la situación de seguridad está controlada. ¿Cuál es su percepción en todo lo que viene pasando el departamento del Huila?
Aquí hay unos focos que siguen afectando la seguridad del municipio, en Campoalegre tenemos un tema complejo con el microtráfico, hay intereses que han conllevado a que en Campoalegre se sigan mirando algunos brotes de inseguridad a raíz del tema de microtráfico en el municipio. Vuelvo y lo repito hemos invertido en temas sociales con el ánimo de construir con los jóvenes de Campoalegre unas posibilidades reales en donde ellos puedan contar también con el respaldo y acompañamiento de la Administración Municipal, donde los jóvenes, niños y niñas se sientan representados, que puedan contar con un escenario en donde puedan compartir con su familia, con sus amigos, con ese núcleo que hoy conlleva a que sea visto con ojos de interés desde la construcción de ese tejido que se ha perdido.
El plan básico de ordenamiento territorial fue definitivamente hundido, ¿para el año entrante va a presentar su PBOT?
Es de gran importancia poder actualizarlo. Llevamos más de 20 años sin poderlo actualizar. El Tribunal en días pasados se pronunció frente a unas denuncias que se habían presentado frente al mismo, y tuve la oportunidad de hablar con el gobernador, tocamos el tema y ratificamos la importancia de que Campoalegre actualizará su Plan Básico de Ordenamiento Territorial. Así que una de las metas y tareas que tenemos para este 2025, es precisamente, la posibilidad de que podamos construir un PBOT integral en donde Campoalegre pueda organizar su casa y tener la posibilidad de que sea un municipio mucho más incluyente, pero también, más organizado en todos los ámbitos sociales, empresariales y políticos.
En materia de inversiones, ¿Cuáles son las obras de mayor prioridad que tiene usted?
Con el Gobierno Departamental hemos priorizado cinco puntos importantes, la construcción del Malecón sobre el río Frío, la posibilidad de que en autoconstrucción podamos embellecer la zona urbana de nuestro municipio, construcción de kilómetros de placa huella en el sector rural, y, la posibilidad de, a través del departamento y Cormagdalena, tener el encauzamiento de la quebrada el Lavapatas. El Gobierno Nacional nos ha dado la posibilidad, a través del Ministerio de Aguas, de gestionar los recursos para la segunda fase del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado de nuestro municipio.
A través de Prosperidad Social nos presentamos a una convocatoria para la construcción de varios kilómetros en placa huella para el sector rural, hemos querido liderar un proceso a través del Viceministerio del Deporte radicando el proyecto para la construcción de la Villa Olímpica en el sector norte de nuestro municipio, la demora fue poder formalizar el uso de suelos del predio, ya tenemos estudios y diseños; también es de suma importancia que Campoalegre sepa que a través del Ministerio de la Equidad hemos logrado gestionar la construcción 3 acueductos rurales para 3 centros poblados de nuestra comunidad. Eso es importante porque de esta manera estamos trayéndole desarrollo al municipio, mejores condiciones de vida.
¿Cómo viene trabajando con asociaciones o cooperativas de excombatientes de las Farc?
Tenemos una asociación, Asocampo Integral que hoy me sorprendió porque salió por el canal institucional con unos procesos que ha venido liderando procesos productivos, es una asociación en donde no solamente hay excombatientes, sino también campesinos, líderes sociales, desplazados, mujeres cabeza de hogar, y esta asociación hoy ha sido ejemplo en el municipio de Campoalegre de liderazgo. Ha venido adelantando un proceso con la Sociedad de Activos Especiales frente a la adquisición de tierras, así como con la Agencia de Desarrollo Rural y sobre la comercialización de sus productos a través de diferentes ferias empresariales. Yo quiero aprovechar este escenario, para felicitarlos, eso es muestra de que cuando hacemos las cosas con voluntad. Cuando ponemos de presente este acuerdo de Paz podemos mostrar a nivel nacional e internacional, es decir, cuando se quieren hacer las cosas con la intención y el bienestar general logramos de que nosotros los que hemos creído en la paz seamos vistos con bueno ojos en el país.
¿Qué ha sido lo más difícil de gobernar?
Lo más difícil para gobernar y como alcalde del municipio de Campoalegre percibo que es la lentitud en los procesos contractuales y el proceso engorroso de la formulación de presentar proyectos. Hay que decirlo, y en varios escenarios yo lo he expresado, el Gobierno Nacional, al cual yo respaldé de tiempo completo 100% porque creemos que es el gobierno del cambio, le ha faltado beligerancia, la presencia en las regiones ha sido casi, nula la presencia con inversión ha sido muy poca. Hemos tratado de construir un Plan de Desarrollo acorde a los intereses que tiene el departamento, pero también alineado con los intereses, con la intención o con la percepción que tiene el Gobierno Nacional y aquí hemos venido haciendo ese ejercicio bonito y juicioso porque queremos que del orden nacional y departamental podamos lograr recursos. A la gente le gusta la inversión, no puedo creer que hoy Campoalegre sea un municipio, de los pocos en el Huila, que no tenga una estación de bomberos, pero ya hicimos la gestión y estamos en eso. Hoy por ser el primer firmante del acuerdo de paz, por ser defensor de derechos humanos, por ser el representante de todos los alcaldes en Colombia en el Consejo Nacional de Paz, también tienen todos los ojos del mundo encima de uno y es lo que hemos venido expresándole al Gobierno Departamental y lo que hemos venido diciéndole al Gobierno Nacional hoy el reloj empezó a girar al revés y 4 años pasan volando, por lo tanto, debemos ser lo más beligerante posible en la consecución de recursos, en la gestión en el tema de cooperación internacional para poderle mostrar a la comunidad que hay un firmante de paz que está comprometido en las transformaciones de fondo de su país.
