LA NACIÓN llegó hasta la vereda La Campiña, zona rural de Algeciras, para reconstruir los últimos minutos que vivió el inspector de Policía, Álvaro Farid Rodríguez, quien fue asesinado por hombres armados en un establo de su propiedad. Aquí detalles del octavo crimen cometido, en lo corrido del 2021.
La violenta herencia de inseguridad y zozobra se mantiene en Algeciras; ayer, en horas de la mañana, fue asesinado el inspector de Policía del municipio, quien fue abordado por sujetos armados, que llegaron hasta un establo donde él se encontraba, y de cuatro disparos acabaron con su vida. El miedo es el enemigo silencioso de una comunidad, que parece estar en el olvido.
El último día
Como era de costumbre, Álvaro Farid Rodríguez Ortiz, salió de su vivienda ubicada en la vereda La Campiña, distante a 10 minutos del casco urbano del municipio de Algeciras, con destino a un establo ubicado a 150 metros de su casa; allí habitualmente ordeñaba hasta las 7:00 de la mañana, pero ayer, fue la excepción, y pese a que le faltaba poco para terminar de ordeñar sus vacas, sujetos armados, hasta el momento desconocidos, llegaron, lo abordaron y le dispararon en repetidas oportunidades; mientras Rodríguez Ortiz, daba su último suspiro, los agresores huían en una motocicleta que habían dejado estacionada a pocos metros de la escena del crimen. Las huellas de los zapatos, daban cuenta de su escapatoria.
Su esposa, al notar su ausencia y escuchar las detonaciones, salió en su búsqueda, y como si una corazonada le indicara de la tragedia, llegó hasta el establo, donde encontró a su pareja en el suelo, con dos heridas de arma de fuego en la espalda y otras dos en la cabeza. Ya nada podía hacer, Álvaro estaba sin vida.
La noticia de la muerte del inspector de Policía se regó como ‘pólvora’ en el municipio, y no era para menos; mientras tanto, la mujer llorando desconsolada se negaba a retirarse del cuerpo de su ser querido.
LA NACIÓN habló con la esposa de la víctima, “el dolor que sentí cuando lo vi sin vida es inigualable, no sabía qué hacer, mis gritos alertaron a mis papás, que están de visita en la casa, mi hijo estaba llorando, fueron momentos de angustia; en la mesa quedó servido el café que él siempre se tomaba después de ordeñar. Mucho le insistí que nos fuéramos a otro lugar, pero él siempre decía que su pueblo jamás lo dejaba”.
Alerta
A los pocos minutos, llegaron unidades de la Policía al lugar, retiraron de la zona a los curiosos y procedieron a realizar la inspección del cuerpo, levantamiento y análisis de la escena del crimen; toda evidencia cuenta y lo importante era no dejar escapar ningún detalle.
El modus operandi de los crímenes es el mismo, con la complicidad de la soledad, hombres armados irrumpen en la tranquilidad de familias algecireñas, enseguida disparan con sevicia, luego se marchan dejando muerte, y ese miedo eterno que parece ser fiel compañero.
Horas más tarde, en el lugar donde murió Álvaro, se reunieron altos mandos militares, que analizando la escena del crimen, buscaban una explicación y respuesta a ese interrogante que todos se hacen ¿Por qué?
La Despensa Agrícola del Huila, pretende seguir en el hito de la epidemia homicida, en lo que va corrido del 2021, son ocho los asesinatos que han ocurrido, hasta el momento ninguno sin ser esclarecido.
¿Quién quería asesinar al inspector?
Pese a que no hay ninguna claridad frente a los móviles del homicidio, las autoridades destaparon una ‘carta’, que quedó sobre la mesa tras el Consejo de Seguridad realizado la tarde de ayer, donde estuvieron presentes el coronel Eduardo Alberto Arias, comandante de la Novena Brigada, Franki Alexander Vega, Secretario de Gobierno Departamental, Libardo Pinto Lizcano, Alcalde Municipal de Algeciras, Néstor Javier Flórez, subcomandante Policía Huila, entre otras autoridades.
Rodríguez Ortiz, recientemente había participado del desalojo a una vivienda, ubicada en la zona rural, casualmente kilómetros más arriba de su residencia; para ese momento, la persona que al parecer estaba invadiendo el terreno, lanzó una serie de amenazas que señalaban puntualmente al inspector de Policía, quien fue la cara visible durante el procedimiento, que estuvo acompañado de los entes de control correspondientes, “puntualmente esa mujer, la invasora, le reiteró que lo que había hecho le iba a salir caro, y que eso no se iba a quedar así. Te voy a mandar a matar”. En su momento, ninguno de los que estuvieron presentes en la acción judicial entablaron la respectiva denuncia, ni siquiera el mismo Álvaro; pero ayer, tras su muerte, la Personera Municipal, reveló la situación, que además de llamar la atención de las autoridades, es hasta el momento la hipótesis más fuerte de acuerdo con las evidencias recolectadas. Claramente las autoridades no descartan otras hipótesis; una fuente oficial le confirmó a LA NACIÓN que, de fondo puede existir un tema económico, de índole personal, que a su vez se vincula con su función como inspector de Policía.
La víctima
La muerte de este hombre algecireño, conmocionó a toda una región; Álvaro Farid, gozaba de gran aprecio en la comunidad, su afinidad con la política lo hizo amigo del pueblo, era abogado de profesión, egresado de la Universidad Militar Nueva Granada, padre de tres menores de edad, su gusto por el ganado, lo hizo alternar sus funciones políticas con el campo, tanto así que en su vivienda, en la misma donde convivía con su actual esposa y su pequeño hijo de dos años de edad, adecuó un establo, donde tenía algunas cabezas de ganado, las cuales comercializaba en la zona, además de hacerlas productivas para uso personal.
Rodríguez Ortiz, había aspirado por el partido Centro Democrático al Concejo de Algeciras, en las elecciones pasadas, sin embargo el apoyo no fue suficiente para alcanzar una curul, posteriormente laboró como jefe de control interno en la empresa de acueducto local y desde hace 13 meses, fungía como inspector de Policía, cargó que asumió tras ser nombrado en marzo del año 2020.
Voces de rechazo
Ronald Camilo Salazar, Consejero de Paz de Algeciras, indicó que, “realmente estamos muy preocupados porque a la fecha ya son ocho asesinatos durante el año, y se ha demostrado que los tres Consejos de Seguridad que se han realizado, no han dado resultados; vemos que el crecimiento de la violencia cada vez está aumentando, y no hay acciones contundentes. Mi llamado es al Gobierno Departamental para que una esfuerzos para la conformación de una política de seguridad que urge en el municipio”.
Clara Natalia Puentes Patiño, esposa de Álvaro Farid, también se pronunció, “es alarmante esta situación, jamás imaginamos que una tragedia de este tipo nos tocara a nosotros, Álvaro no solo era mi esposo, era el papá de mi niño, era la persona con quien tenía conformada una familia, que cada esfuerzo valía la pena. Este hecho debe ser esclarecido, mi llamado es a las autoridades a la celeridad, a la investigación en profundidad, pero además, en garantizarle la tranquilidad a un municipio que vive con miedo, que retornó la violencia y que cualquiera puede ser objetivo de muerte para los delincuentes”.
Por su parte, Libardo Pinto, alcalde municipal, manifestó, “es inevitable que no duela este hecho, era un compañero de esta administración, un hombre trabajador, de principios y reconocido en la zona; es reprochable esta conducta, como Alcalde Municipal, acompaño a la familia en su dolor y haremos los esfuerzos que sean necesarios para dar con los responsables”.
Finalmente, desde su cuenta de Twitter, el presidente Iván Duque, condenó el hecho, “condenamos el asesinato de Álvaro Farid Rodríguez, inspector de Algeciras, Huila, quien fue atacado con arma de fuego en la vereda Campiña. Di instrucciones a las autoridades para dar con los responsables de este hecho. A su familia, toda nuestra solidaridad”.
Crímenes durante 2021
Enero 19, vereda Quebradón Sur: Ancizar Segura Triana, fue asesinado cuando un sujeto armado le disparó por la ventada de la habitación donde dormía; en total fueron nueve disparos los que recibió. Su esposa, resultó herida.
Enero 20, barrio Simón Bolívar: Una persona se acercó a la ventana de la habitación donde dormía la pareja y les disparó en repetidas oportunidades. En el lugar falleció Tomás Pachongo Carvajal de 45 años de edad, mientras que Beatriz Navero García de 39 años, fue traslada hasta el hospital, donde perdió la vida minutos después debido a la gravedad de las heridas. El hecho que ocurrió a la 1:40 de la madrugada.
Febrero 17, barrio La Gaitana: Danny Germán Rodríguez Trujillo, alias ‘Paciencia’, el principal objetivo del Ejército y la Policía en el Huila, fue asesinado por sicarios que llegaron hasta una vivienda del barrio La Gaitana, donde se escondía y le dispararon a quemarropa.
Febrero 26, vereda Quebradón Sur: Juan Carlos Gutiérrez Canas y José Leandro Ortiz Manrique, fueron asesinados en zona rural de la vereda Quebradón Sur, por sujetos armados que los interceptaron cuando se movilizaban en una motocicleta. Ambos de dedicaban a cultivar granadilla.
Abril 10, vereda Quebradón Sur: Yoins Edwin Rodríguez Perdomo, fue asesinado en la finca donde llevaba laborando 15 días en la vereda Quebradón Sur; un hombre armado llegó en horas de la noche, lo identificó y le disparó en repetidas oportunidades.
Recompensa
Tras culminar el Consejo de Seguridad, el Secretario de Gobierno Departamental, Franki Alexander Vega, anunció una millonaria recompensa que permita la identificación de los responsables, “una vez culminada la reunión, hemos decidido ofrecer hasta $20 millones de pesos, como recompensa a la persona que brinde información precisa que permita la ubicación e identificación de los responsables, la prioridad será dar captura a estos sujetos y este crimen debe ser esclarecido”.
A su vez, el coronel Eduardo Alberto Arias, se comprometió a redoblar los controles de acceso al municipio, “seremos constantes, no vamos a darle tregua a los delincuentes, Algeciras debe ser un territorio de paz y aquí no hay cabida para la violencia; las tropas del Ejército estarán de forma constante, apoyados por la Policía Nacional, los controles se intensificarán en la zona rural y urbana”.
Para el día de hoy se tienen previstas las exequias del inspector de Policía, en su pueblo natal, el mismo que lo vio nacer y morir.
