La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) ha sido ineficiente en el control y seguimiento de los grandes proyectos minero-energéticos y ha sido extremadamente lenta en las investigaciones y en los procesos sancionatorios, según un dictamen que acaba de expedir la Contraloría General de la República.
En el caso del proyecto Quimbo, la entidad, no ha sido efectiva para hacer cumplir los requerimientos ambientales, a pesar de los impactos negativos que generan.
“Los procesos sancionatorios no garantizar la protección de los recursos naturales y el medio ambiente, evidenciándose debilidades en la función sancionatoria del Anla por falta de impulso procesal de las investigaciones. En consecuencia las afectaciones al medio ambiente continúan presentándose”, concluyó el reporte fiscal, notificado por Carolina Montes Cortés, contralora delegada para el Medio Ambiente.
La Anla, se rajó por segundo año consecutivo. La entidad obtuvo una calificación desfavorable con 73.63%.
En el cumplimiento de los objetivos misionales alcanzó una calificación del 65%. El principal descalabro se registró en los procesos de formulación, seguimiento, monitoreo e impacto de los proyectos. Por esta razón la Contraloría no aprobó la gestión.
GRAVES OMISIONES
Según la evaluación, la empresa Emgesa, no ha cumplido con la totalidad de los requerimientos ambientales, ni la Anla ejerció el control para evitar efectos negativos antes y después del llenado del embalse y la operación del complejo hidroeléctrico.
El estudio de impacto ambiental no incluyó entre los requerimientos el análisis de sismicidad durante la fase del llenado del embalse. Sin embargo, en la Resolución 759 de 2015, que modificó en 14 partes la licencia ambiental, incluyó este aspecto por la ocurrencia de fenómenos de carácter geotécnico en sectores como la casa de máquinas, el dique auxiliar y el vertedero. En estas condiciones Emgesa debía realizar el monitoreo y seguimiento a la sismicidad inducida.
“La sismicidad propia del proyecto requería que las instalaciones e instrumentos estuvieran en funcionamiento previo antes del llenado. Esta obligación no se cumplió quedando incompletos los registros de sismicidad al inicio del llenado. La Contraloría no encontró en el expediente los soportes del seguimiento y análisis de la sismicidad inducida después del llenado. La Anla no tomó medidas, eludiendo esta responsabilidad. No obstante, la entidad verificó con posterioridad que los equipos están instalados.
CALIDAD DE AGUA
La Anla no realizó monitoreo y seguimiento sobre caudales y calidad de agua en la entrada al embalse de Betania
Durante una visita de tres días realizada por la Contraloría (14-17 marzo 2016) se comprobaron fuertes olores en el área y se observaron cantidades de materia orgánica.
Durante la visita Emgesa realizó pruebas y los registros presentaron valores con tendencia hacia la acidez (Ph menores a 7) y disminución de oxígeno disuelto (menores de 4). El Anla no tomó las medidas pertinente contra Emgesa a pesar de haber evidenciado el incumplimiento de estas obligaciones.
“Los reportes de calidad de agua, por fuera de los valores de cumplimiento normativo- añadió- afecta las actividades piscícolas y la pesca artesanal en los embalses de las dos represas”.
Conclusión: antes de que se iniciara el llenado y el turbinado, el nivel de concentración de oxígeno fue aceptable. Sin embargo, durante la operación, la concentración de oxígeno estuvo por debajo de los límites permitidos poniendo en riesgo la indemnidad de la flora y de la fauna acuáticas. Confirmó el hallazgo con alcance disciplinario.
RESTAURACIÓN
Emgesa está adelantando las actividades para plan de restauración y franja de protección. No obstante, la compensación por aprovechamiento forestal fue incluida en el plan de restauración. No hay reportes. El plan piloto de restauración ecológica fue aprobado en el 2012. A la fecha no se conoce un resultado definitivo. Contra Emgesa se inició un proceso sancionatorio pero el incumplimiento persiste.
ZONA DE OBRAS
La licencia ambiental contempló actividades de restauración en las zonas de obras, incluyendo los manejos de cobertura vegetal para la intervención y restauración de áreas en fuentes de materiales, zonas de depósito, taludes de vías e instalaciones a desmantelar una vez finalice la construcción del complejo. La Anla no ha hecho cumplir esta obligación.
MEDIO BIÓTICO
Emgesa fue requerida en el 2012 para que presentara información sobre la recuperación de hábitat, contemplada en la compensación por aprovechamiento de cobertura vegetal por flora. Un año después volvió a ser requerida. El 31 de diciembre de 2015 la Anla reportó que las áreas para realizar esta recuperación no están definidas. Por este incumplimiento se inició proceso sancionatorio contra la multinacional (Auto 4418 diciembre 23 de 2013) pero el incumplimiento persiste.
FRANJA DE PROTECCIÓN
La restauración de áreas de bosque seco tropical contemplada en las compensaciones no se ha cumplido totalmente. Según el reporte de las 7.202 hectáreas faltan 3.486 hectáreas. Emgesa reportó que de acuerdo con el plan de restauración aprobado se iniciaron las actividades en el 2014 y no en el 2013 como estaba previsto. No obstante, el organismo de control reportó que hasta la fecha no se ha cumplido, afectando el mantenimiento de la zona de protección del embalse y la restauración del bosque.
Emgesa montó dos viveros, uno en el área de obras y otro (Invernalia) en La vía Garzón-Altamira. Se han suministrado 15.961 plantas sembradas en la ronda del embalse y quebradas La Yaguilga y Buenavista. Faltan otras 14.039 plantas.
REASENTAMIENTO
Según el reporte del organismo fiscalizador, el plan de reasentamiento, previsto como compensación, presenta un retraso de dos años. La empresa no ha presentado los soportes ni las propuestas de manejo de los proyectos de restablecimiento del tejido social, acompañamiento, asesoría y atención a la población vulnerable. “La Anla después de dos años identificó el incumplimiento y señala que está adelantando las actuaciones técnicas y jurídicas para dar inicio al proceso sancionatorio”, reportó la Contraloría.
OTRAS OMISIONES
Los monitoreos realizados por Emgesa sobre calidad del aire no cumplen con los protocolos establecidos. Tampoco se han realizado los monitoreos sobre calidad del agua del río Magdalena y río Páez, aguas abajo de la presa. Se solicitó la apertura de una investigación ambiental por ruido y calidad del aire. La Anla no ha realizado ninguna actuación por estos incumplimientos.
Según el informe, la multinacional tampoco ha entregado los reportes sobre carga de sólidos, contemplados como una obligación, antes y después de la construcción del embalse. Los sondeos batimétricos, indispensables para evaluar la profundidad del embalse y volumen de agua almacenada, no se han realizado.