Ayer, en el penúltimo día de la COP16 en Cali, se realizó un acuerdo global para la conservación de áreas marinas. Este nuevo convenio cuenta con el respaldo de delegados de múltiples naciones y establece un innovador proceso científico y técnico para la identificación de las Áreas Marinas de Importancia Ecológica y Biológica denominado EBSAs.
María Alejandra Ruiz Mallungo
@amperiodista
En un ambiente de euforia y aplausos, los participantes de la plenaria de la COP16 en la ciudad de Cali, Valle del Cauca, ayer en el penúltimo día de la Conferencia de las Partes, celebraron un hito sin precedentes en la conservación de los océanos: la aprobación del acuerdo global destinado a identificar y conservar áreas marinas de alta importancia ecológica en aguas internacionales. Este acuerdo, resultado de ocho años de intensas negociaciones, representa un avance crucial para la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal y fortalece la gobernanza a nivel mundial sobre los océanos.
Al comentar sobre este logro, Susana Muhamad, presidenta de la COP16, destacó la relevancia del pacto: “El compromiso que hemos asumido simboliza el espíritu de cooperación y responsabilidad que guía nuestra conferencia. Este acuerdo es un paso fundamental para proteger regiones clave en nuestro planeta, asegurando que los océanos, esos vitales reguladores climáticos y fuentes de vida, cuenten con una defensa sólida y global”.
El nuevo acuerdo, que cuenta con el respaldo de delegados de múltiples naciones, establece un innovador proceso científico y técnico para la identificación de las Áreas Marinas de Importancia Ecológica y Biológica (EBSAs, por sus siglas en inglés). Este marco facilitará la protección de especies y ecosistemas esenciales que se encuentran en aguas internacionales, fomentando así la conservación de la biodiversidad marina sin alterar los derechos y jurisdicciones de los Estados, de acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Entre los aspectos más destacados del acuerdo, se incluye la creación de un Grupo Asesor Internacional formado por expertos de diferentes regiones que tendrá la responsabilidad de supervisar la identificación y actualización de las EBSAs, coordinando esfuerzos para su conservación en espacios internacionales. Este grupo operará bajo criterios técnicos y científicos, asegurando que la descripción de estas áreas no tenga repercusiones sobre la soberanía territorial.
Además, se enfatiza la importancia de la participación inclusiva, promoviendo la inclusión de pueblos indígenas, comunidades locales, mujeres y jóvenes en los análisis y decisiones, integrando así conocimientos tradicionales que son esenciales para la gestión marina.
El financiamiento internacional también se ha fortalecido gracias al apoyo de países como Alemania, Bélgica, Canadá, Noruega y Suecia, que facilitarán talleres científicos y técnicos para reunir a expertos y representantes comunitarios en la labor de definir las EBSAs.
Asimismo, se ha decidido prorrogar el mandato del Grupo Asesor, asegurando un enfoque continuo en la conservación marina. Al final, el acuerdo reafirma el compromiso de adherirse al marco legal internacional, subrayando el papel de la Asamblea General de la ONU en la conservación y uso sostenible de la biodiversidad marina en aguas fuera de la jurisdicción nacional, con la visión de construir un futuro más sostenible y colaborativo.
Con este acuerdo, la comunidad internacional da un paso firmemente resuelto hacia la protección de sus océanos y la biodiversidad que estos albergan, sentando así las bases para un futuro más equilibrado y responsable en la gestión de los recursos marinos.
Destacado
El acuerdo reafirma el compromiso de adherirse al marco legal internacional, subrayando el papel de la Asamblea General de la ONU en la conservación y uso sostenible de la biodiversidad marina en aguas fuera de la jurisdicción nacional
Recuadro
Sesión especial de emergencia por los arrecifes de coral
Las Sesiones Especiales de Emergencia suelen ser convocadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), típicamente, para abordar guerras, conflictos crecientes o desastres. Sin embargo, ayer, durante la COP16, el enviado especial de la ONU para el océano, el embajador Peter Thomson, convocó una para unos animales aún poco conocidos, pero fundamentales: los arrecifes de coral.
¿Los motivos? Los corales se enfrentan al blanqueamiento masivo más extremo y extendido del que se tiene registro. En palabras del Embajador Thompson, “nos aproximamos al colapso de un ecosistema entero en la Tierra. Se trata del peor evento de blanqueamiento de coral en la historia de la humanidad y estamos llegando al punto de inflexión”, dijo.
El blanqueamiento es producto del estrés causado por olas de calor largas e intensas, debido al aumento de temperatura del agua. A medida que los océanos se calientan, los eventos de blanqueamiento masivo se vuelven más comunes y letales. En palabras sencillas, el blanqueamiento ocurre cuando los corales pierden unas algas muy especiales vinculadas a ellos, las zooxantelas, que les proveen cerca del 85% de su alimento. Ante las altas temperaturas, las algas salen del organismo y el esqueleto del coral se vuelve visible. Entonces, el coral entra en un estado de “hambruna total” y se vuelve más susceptible a enfermedades y a la muerte.
Mientras el mundo se enfrenta a una pérdida en cascada de la biodiversidad, y un millón de especies están en riesgo de extinción, los arrecifes de coral se encuentran en la “primera línea” de la crisis. Aunque estos ecosistemas cubren menos del 1% del fondo marino, resguardan alrededor del 25% de las especies marinas conocidas. Además, más de mil millones de personas dependen de ellos para alimentarse, proteger sus costas, realizar sus prácticas culturales y desarrollar actividades económicas. Perderlos implicaría, también, perder todos esos servicios ecosistémicos.
Fuente: El Espectador.
