Arlex Amézquita Méndez era un huilense puro. Era un opita excelso. Era un hombre arraigado profundamente a las raíces de la región. Era un hombre que no sólo se dedicó a bailar el Sanjuanero Huilense sino que compartió sus conocimientos. Fue, con letras mayúsculas, un promotor de la cultura del Huila.
Por eso, ha dolido tanto en Neiva y el Huila el reciente fallecimiento de Arlex, aquejado por problemas digestivos que desembocaron en un paro cardiaco la noche del pasado jueves cuando recibía atención especializada en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Abner Lozano de Medilaser.
Como su familia, Arlex Amézquita Méndez aprendió desde muy pequeño a amar la danza. Sobresalió como parejo del Sanjuanero Huilense, fue director de la Escuela Departamental de Danzas del Huila, coordinador del programa de Arte Escénico del Huila y coreógrafo de danza folclórica, contemporánea y urbana.
También se formó como licenciado en Educación Física de la Universidad Surcolombiana. Fue más de 20 años coordinador de Bienestar de casas de estudios. Y escribió además tres libros sobre danza folclórica.
Tanta experiencia valió para que Arlex Amézquita Méndez fuera permanentemente invitado como jurado calificador en eventos de danza en el ámbito regional, nacional e internacional.
“Gran amigo y vecino. Compartimos buenos momentos en Las Granjas y Villa Milena; fue gestor de muchísimos eventos culturales y deportivos. Lo recordaremos por siempre”, fue uno de los tantos mensajes que se han leído por estos días en redes sociales sobre la partida de Arlex.
Se ha ido Arlex Amézquita Méndez, pero nunca desaparecerá su contribución a mantener viva la identidad regional ni el edificio grandioso que construyó, visible desde cualquier distancia, en el mundo de la cultura huilense. A su familia, amigos y colegas, LA NACIÓN comparte sus sinceros sentimientos de solidaridad.