El cambio demográfico y la evolución en las maneras de enseñar enfrentan a los arquitectos y a los planificadores con una nueva variable que afectará la forma en que diseñamos edificios educativos y dotacionales.
Los procesos pedagógicos son dinámicos, hoy se hace menos énfasis en la educación magistral y más en la educación por proyectos, en grupos pequeños, más énfasis en experimentación, creatividad e innovación, más incorporación de las tecnologías de la información, más importancia a las artes y a los deportes. Los edificios deben facilitar y acompañar esta dinámica.
Últimamente, muchos de nuestros edificios dotacionales y especialmente los educativos vienen siendo diseñados y construidos con niveles altos de calidad, en algunos lugares son ellos la única presencia tangible del estado, es la urbanidad que llega a sitios donde difícilmente hay una calle o unos andenes, trascienden su uso y destinación original, prestan servicios, y se vuelven centro de las comunidades.
En el futuro próximo vamos a estar haciendo más de estos edificios para suplir la demanda presente insatisfecha, invirtiendo recursos escasos y valiosos.
Pero, según el DANE, durante el primer semestre del 2024 se registraron 255.055 nacidos vivos, cifra que es un 15,2% menor a la registrada en el mismo lapso del 2023, así, el descenso de la natalidad es más pronunciado que lo proyectado con los últimos censos, donde también se ve que para 2035 el grupo etario más numeroso será el de 35 a 44 años, y de continuar esa tendencia, para 2070 los grupos más numerosos serán los mayores de 45 años.
De acuerdo con esto, para 2040 la población en edad escolar se reducirá sensiblemente y se producirá un cambio en las necesidades de infraestructura y de espacios dotacionales: grupos más numerosos de mayor edad demandando servicios específicos para ellos.
La vida útil de los edificios está entre los 50 y los 75 años y para 2040 Los dotacionales que construyamos hoy no van a estar ni siquiera en la mitad de este ciclo.
En ese momento, mucha de esta infraestructura deberá asumir nuevos usos y responder a otras necesidades.
Flexibilidad y adaptabilidad son los conceptos principales para hacer que nuestros edificios educativos y dotacionales que hoy diseñamos y construimos con gran esfuerzo mantengan su vigencia a través de los años asumiendo los cambios demográficos, los cambios en las necesidades de la sociedad, en la manera de enseñar e instruirse, en la manera de recrearse.
