Omar y su hijo Carlos Arévalo, son dos artistas del municipio de Palermo que transforman las pantallas de televisión dañadas en cuadros audio rítmicos que son utilizados en bares, discotecas o decoración del hogar.
Contribuyendo a la disminución de desechos electrónicos y contaminación ambiental, ellos ven la necesidad en qué utilizar las pantallas de televisión dañadas, a Omar Arévalo se le ocurrió convertir, lo que para muchos es basura electrónica, en obras de arte incorporando la tecnología, luces, sonidos y efectos especiales.
“Son unos cuadros que se hacen reciclando muchas cosas, ayudando al medio ambiente, recogiendo la chatarra, los desperdicios electrónicos que a veces botamos todos como por ejemplo televisores, se nos dañan y no sabemos qué hacer con él, entonces pasa el chatarrero, lo vendemos, lo botamos, o simplemente se rompe la pantalla y no tenemos el corazón para botarlo, pero tampoco sabemos qué hacer con él, yo construyo cuadros audio rítmicos, sensoriales con los cuales los elementos son bajo pedidos, si lo quieren gótico, africano, paisajes, lo que quieran y se integra al cuadro música donde tú puedes escuchar música a través de bluetooth con el teléfono, con luces y elementos de decoración como lo son fuentes de agua o niebla, dependiendo el cuadro”, explicó Omar Arévalo.
Este, es un claro ejemplo de economía circular, donde se le da un nuevo uso a elementos que en cualquier otra circunstancia iría a la basura, convirtiendo una pantalla de televisor dañada en un elemento decorativo en tres dimensiones para decorar bares, discotecas o para el hogar.
Además, Omar y su hijo Carlos Alberto dan clases de música a jóvenes con un novedoso método de enseñanza y realizan producción audiovisual, emprendimientos que son asesorados por la Oficina de Productividad de Competitividad de la Gobernación del Huila.
“Es un método bastante innovador en nuestra academia musical para que puedan aprender de una buena manera a través de los instrumentos musicales”, señaló.
El amor por la música, unió a Omar y a su hijo Carlos, pero además las ganas de contribuir al cuidado del medioambiente, convirtiendo la basura electrónica en arte.