Hace cinco décadas nació una tradición en Neiva, el Asadero Las Vegas, aunque al principio se llamó La Vega, hoy en día es uno de los restaurantes más reconocidos de la ciudad.
Don Luis Alberto Charry y doña Judith Dussán, empezaron con esta tradición llamada Asadero Las Vegas, que luego se convirtió en un referente, con su plato icónico: el pollo, con su frescura característica y por supuesto por su sabor, fruto de una secreta receta familiar.
Poco a poco fueron creciendo, atrayendo nuevos clientes debido a la calidad de su comida, y por recomendaciones de sus comensales, comenzaron a crear nuevos platos, que tuvieron gran acogida y en la actualidad hacen parte de la carta que pueden disfrutar los visitantes a este lugar, que también se ha ido modernizando y agrandando para cumplir con las necesidades y la demanda de las personas que llegan a este restaurante a deleitarse de sus exquisitos platos.
El arte de emprender
Y es que no es fácil emprender, en varias oportunidades la pareja de esposos creó negocios y tuvieron que cerrar, pero la constancia puede más y su delicioso pollo los pondría en el lugar que merecían, su sueño era tener el mejor restaurante de Neiva, y desde allí han ido creciendo y posicionándose hasta el día de hoy que celebran 50 años de brindar sus mejores platos y una excelente calidad de servicio a los comensales.
Ernesto Charry Dussán, el hijo mayor de doña Judith y don Luis Alberto, lleva desde el año 2018 al frente del negocio familiar, ya que hace 10 años fallecieron sus padres. Aunque Enrique, uno de sus hermanos, fue inicialmente el gerente, él asumió hace cinco años este hermoso reto de continuar con el legado que no sólo enorgullece a la familia Charry Dussán, sino que es representativo de la ciudad de Neiva.
Los inicios
“Un día mi mamá le cocinó a mi papá, y él le dijo que estaba muy rico, que pusieran un restaurante, y así fue. Inicialmente existían cuatro platos: el pollo, la carne a la llanera, el hueso de marrano y el lomo, y por sugerencia también de algunos clientes hemos ampliado la carta”, explica Ernesto. No obstante, el plato más famoso de Las Vegas es el pollo, “la fórmula es especial, pero lo más especial del pollo es la frescura”.
Los desafíos
A lo largo de 50 años se ha ido formando un reconocimiento, pero las caídas son, a veces, inevitables. En pandemia, el mundo entero tuvo que cambiar, renovarse, y en el sector de los negocios muchos de ellos tuvieron que cerrar. Para la familia Charry Dussán, aunque fue complicado, supieron revertir el mal momento y aprender a funcionar como se podía. A pesar que ya los comensales no podían visitar las instalaciones, los domicilios si estaban permitidos. Por lo tanto, comenzaron a fortalecerse en este servicio, tanto así que muchos de los empleados que trabajaban en el área de atención presencial al cliente, pasaron a ser agentes de call center. Asimismo, crearon una app para domicilios, y progresivamente fueron consolidando esta aplicación móvil por la cual los neivanos podían solicitar sus productos y estos llegarían con todas las normas de salubridad a sus casas.
“Yo miro hacia atrás y vivo muy agradecido por todas las enseñanzas que nos dejaron nuestros padres, los valores del respeto por los clientes, la calidad del servicio y del producto, y hemos seguido adelante con eso”, puntualiza Ernesto.
Planes de expansión
Actualmente, cinco de los siete hermanos Charry Dussán, hacen parte de este negocio familiar, que sigue soñando con crecer. “Tenemos muchos planes para expandirnos, tenemos dos sucursales. Incluso tenemos sucursal en Estados Unidos, que se llama Charrys, que es manejado por unos sobrinos. Queremos expandirnos al sur, a Florencia, a Ibagué, a Pitalito, tenemos muchos planes”,
Generación de empleo
Las Vegas no es solamente la fuente de ingresos de la familia Charry Dussán, también es generador de empleo. En la actualidad, 85 personas hacen parte del personal, entre administrativos, meseros, cocineros y domiciliarios, que encuentran en el restaurante el sostenimiento de sus familiares.
Unión familiar
Lo que más valora Ernesto de Las Vegas es que esto los ha unido como familia, pues se ven todos los días en el restaurante, comparten sus ideas, y aunque, como en toda familia o en todo negocio hay traspiés, el amor por este gran legado de doña Judith y don Luis Alberto los motiva a seguir adelante.
Agradecimientos
Para Ernesto, además de su familia y el legado, es vital agradecer a los comensales, proveedores y por supuesto a sus colaboradores, qué día a día fortalecen Las Vegas.