El mototaxista Deiby Fernando Amaya Aguirre fue asesinado y lanzado su cuerpo al río Magdalena. Los homicidas hurtaron la motocicleta y dinero en efectivo. El cuerpo fue reconocido por la esposa. El mototaxista Deiby Fernando Amaya Aguirre fue asesinado y lanzado su cuerpo al río Magdalena. Los homicidas hurtaron la motocicleta y dinero en efectivo. El cuerpo fue reconocido por la esposa. LA NACIÓN, NEIVA El mototaxista Deiby Fernando Amaya Aguirre fue asesinado de cuatro balazos en la espalda y lanzado su cuerpo al río Magdalena, al parecer 
por hurtarle la moto y dinero en efectivo. Así lo dio a conocer su hermana Sandra Patricia Campo Aguirre, al manifestar que el hombre se encontraba desaparecido desde la tarde del viernes anterior y encontrado su cuerpo el domingo en la mañana. “Le pegaron cuatro tiros en la espalda…”, dijo la familiar, al expresar que el cadáver fue reconocido en lunes por su esposa Nancy Viviana Ospina en la morgue de Medicina Legal. “Le mostraron las fotos del cuerpo y era él…”, recordó Sandra Patricia. La joven señaló que su hermano había salido desde las 6:00 de la mañana del viernes a trabajar, regresó al mediodía a almorzar y no se volvió a saber de él. “No llamaba a la casa, la esposa se preocupó, y comenzó a buscarlo… Se dio cuenta de su muerte porque le avisaron que encontraron un muchacho tiroteado en el río Magdalena”. Aguirre Amaya, de 28 años de edad, fue encontrado sin vida en el sector de las caballerizas ubicadas cerca al puente Santander. “Hoy (ayer) lo vimos en la morgue, estaba muy descompuesto, está irreconocible”, expresó su allegada. La joven mujer sostuvo que su hermano no tenía enemigos. “Le hicieron eso por robarlo, apareció sin ropa, sin la plata que tenía, ni la moto”. El comandante (e) de la Policía, coronel Rafael Ancízar Vanegas Olaya, manifestó que se adelantan las investigaciones para esclarecer los móviles y autores del homicidio. Estuvo en Armenia 
El transportador informal había llegado con su esposa y tres hijos hace un año a la capital huilense, procedente de la ciudad de Armenia (Quindío). En la capital quindiana trabajó en una empresa de vigilancia privada y tras la terminación del contrato laboró como chatarrero, decidiendo regresar a su tierra natal donde comenzó a trabajar como mototaxista en el vehículo de un amigo ex policía. Amaya Aguirre, de 28 años de edad y padre de tres menores de edad, era oriundo del municipio de Santa María, donde viven sus padres y hermanos. Anoche su cuerpo era velado en la funeraria La Paz hasta donde llegaron amigos y expresaron su solidad a la familia. Las exequias serán hoy a las 11:00 de la mañana.
