Édgar Londoño Polanía fue asesinado de tres balazos. Édgar Londoño Polanía fue asesinado de tres balazos. El hombre se desempeñaba como catequista, agricultor y en arreglo de vías. El crimen ocurrió en un potrero a un kilómetro del casco urbano de Santa María. “Le falta el celular, un bolso y una cachucha”, dijo su hermano Ángel María. LA NACIÓN, Neiva El catequista del municipio de Santa María, Édgar Londoño Polanía, fue asesinado de un certero balazo en el corazón, propinado por desconocidos que lo dejaron abandonado en un potrero, en zona rural de la localidad. El cuerpo sin vida del hombre fue encontrado hacia las 8:15 de la mañana de ayer por un campesino que salió en busca de un caballo, en un predio de la vereda El Divino Niño, en la carretera que conduce a Ospina en el municipio de Palermo. “Lo asesinaron al parecer a las nueve de la noche del domingo”, dijo una fuente de la Policía. Londoño Polanía, de 42 años de edad, fue visto por última vez en la noche del domingo anterior en inmediaciones del parque principal de la localidad. “Hubo personas que lo vieron a las siete de la noche en el parque. Estaba solo”, manifestó Ángel María Londoño Polanía, uno de los 13 hermanos del occiso. El ‘Padre Chocho’, como le decían de cariño sus familiares y amigos cercanos por “rezandero”, según su allegado, había salido de su casa en la vereda San Joaquín en la tarde del domingo rumbo al casco urbano, con el ánimo de madrugar el lunes a trabajar. “Le dijo a la esposa que se iba para el pueblo a dormir, porque tenía que ir a hacer un trabajo el lunes, pero no sabemos a qué vereda, ni a qué hora”, señaló en medio de la incertidumbre su pariente. Recordó que su consanguíneo además de ser catequista, trabajaba en el programa de Ola Invernal de Corpoica. “Él trabajaba en la parcela y en las últimas semanas se encontraba trabajando en el programa de Ola Invernal en la recuperación de vías”. <strong>Se llevaron su celular</strong> El homicidio del hombre se ha convertido en un misterio para su familia y las autoridades, por el lugar en donde fue asesinado. “Su muerte es muy rara. Lo mataron en una zona distante de la vereda donde vivía”, dijo una fuente de la Policía. El agricultor, casado y con tres hijos y quien residía en San Joaquín, fue ultimado en la vereda El Divino Niño. “Tiene que pasar por la mitad del pueblo para llegar a donde fue asesinado. No sabemos a qué subió por allá”, expresó su hermano Ángel María. Agregó que el cuerpo presentaba un tiro a la altura del corazón, otro en la ingle y uno más en una de sus manos. “Si fuera para robarlo no lo habían hecho tan lejos de la casa. No sabemos cuál fue el motivo, si fue delincuencia común”. Los asesinos se llevaron el teléfono celular, un bolso con algunas pertenecías personales y una gorra. “La familia dice que él no tenía amenazas, que no tomaba trago”, manifestó la fuente de la Policía. La última vez que los 14 hermanos estuvieron reunidos, fue conmemorando las Bodas de Oro de sus progenitores. “El domingo hace ocho días (6 de enero) celebramos los cincuenta años de matrimonio de nuestros padres. Estuvimos todos los hermanos, pero no nos dijo que tuviera problemas”, señaló su allegado. Los despojos eran velados anoche por sus familiares, amigos y vecinos en su casa. Las exequias se cumplirán hoy.