A casi dos meses de que llegaran a La Carmelita, Putumayo, una de las zonas veredales dispuestas para las Farc camino al desarme, los más de 400 guerrilleros que están allí duermen, aún, en cambuches, los alimentos no abundan y pululan las enfermedades.
La Carmelita es la misma zona veredal que recibió la histórica visita del presidente de la República Juan Manuel Santos, el 20 de febrero pasado. Ese día, además de saludarse con decenas de guerrilleros rasos, el jefe de Estado destacó el valor de la paz como motor para el desarrollo del país, especialmente en zonas de conflicto y cultivos ilícitos.
Para llegar, hay nueve horas de camino, saliendo desde la capital del Huila. Es una región rural ubicada en jurisdicción del municipio de Puerto Asís y hay un punto en el que es necesario tomar lancha y atravesar el río Putumayo. En esta zona veredal, hay concentrados 438 guerrilleros de los frentes 32, 48 y 49, todos bajo el mando de un hombre conocido como “Martiín Corena”.
Al arribar a esta zona veredal, los visitantes se encuentran con un puesto de guardia custodiado por un grupo de guerrilleros bien armados, en donde es obligatorio anunciarse y comunicar el propósito de la visita.
La Carmelita es hoy una ‘ciudadela’ de cambuches en lona color verde. “Las Farc vamos por la paz con justicia social, la patria grande y el socialismo”, dice una valla que se erige en medio de los improvisados dormitorios. Aquí, los guerrilleros duermen, comen y guardan sus pertenencias en medio del lodo. En realidad, gran parte del terreno es un barrizal. Y en algunos rincones, los malos olores abundan cuando despuntan los primeros rayos del sol.
LAS QUEJAS DE LA ‘GUERRILLERADA’
“Vivíamos mejor cuando estábamos bien adentro en la selva”, no duda en decir Anderson Zapata, un guerrillero que permanece en La Carmelita, Putumayo, y que ha estado con fiebre, diarrea y otros síntomas propios de dengue. Este mismo cuadro viral lo vive un buen número de miembros de las Farc, que además se quejan de no contar con suficientes medicamentos.
Tobías Díaz, el enfermero de las Farc en la zona veredal, advierte que están “pasando por una epidemia muy grande” y que se han presentado casos de guerrilleras embarazadas que han debido remitirlas a centros hospitalarios. Confirma que en La Carmelita no hay los medicamentos suficientes para atender a todos los guerrilleros con quebrantos de salud.
Idéntica situación, pero a más de 400 kilómetros de distancia, viven los más de 200 guerrilleros del frente 21 de las Farc instalados en la zona veredal de El Oso, en Gaitania, sur del departamento del Tolima. En El Oso, según el comandante, apodado “Donald”, los guerrilleros viven en condiciones deplorables y requieren no solo atención médica sino alimentos.
¿QUÉ VA A HACER EL GOBIERNO?
En las jornadas de trabajo, desarrolladas el fin de semana pasado en la ciudad de Cartagena, el Gobierno Nacionaly lasFarc evaluaron los primeros 100 días de la implementación de los acuerdos de paz y acordaron en el caso específico de las zonas veredales, que estas estarán dotadas de la infraestructura necesaria a más tardar en el mes de abril.
“El Gobierno se compromete a entregar en su totalidad la infraestructura de las zonas veredales, incluida la instalación de las áreas destinadas para la recepción. De igual forma, quedarán dotadas con ambulancias y personal médico”, fue el compromiso.
De acuerdo con el cronograma oficial, las Farc habrán hecho dejación total de sus armas en mayo próximo. Sin embargo, todo apunta a que con las multimillonarias inversiones que se les están haciendo a las zonas veredales, muchos de los guerrilleros continuarán viviendo en estos lugares. Una publicación reciente de la revista Semana recogió cálculos del gobierno en el sentido de que un 20 por ciento de los guerrilleros no tienen familias que los acojan luego del armisticio, dado que llevan demasiado tiempo en armas y han roto sus vínculos con el mundo exterior, por lo que en pocas palabras, no tienen a dónde ir.
“CAMILO” O “EL ARGENTINO” EN LA CARMELITA
Su verdadero nombre es Facundo Morales Schoenfeld, pero hasta hace un par de años, bajo los remoquetes de “Camilo” o “El Argentino” era muy conocido en el Huila y Caquetá porque como ideólogo de la columna Teófilo Forero de las Farc, tenía el poder de citar a funcionarios públicos, comerciantes, periodistas y líderes comunales.
Este es “Camilo” o “El Argentino, quien hasta hace un par de año era muy conocido en el Huila como ideólogo de la columna Teófilo Forero de las Farc.
Nació en San Miguel, provincia de Buenos Aires, Argentina, llegó a Colombia en el año 2002 y estuvo en la mira de la Novena Brigada del Ejército, al ser considerado el ‘cerebro’ de la infiltración de la guerrilla en universidades y protestas en Bogotá, Cali, Medellín, Cali, Bucaramanga, Neiva y Florencia. Inteligencia militar tuvo claro siempre que era la ‘mano derecha’ de alias “El Paisa”, el máximo jefe de la temida columna Teófilo Forero.
“Camilo” o “El Argentino” se hizo visible cuando, vestido de camuflado, apareció en la liberación en el año 2011 del exconcejal del municipio de Garzón y hoy diputado de la Asamblea del Huila, Armando Acuña. El mismo Acuña contaría posteriormente que “Camilo” o “El Argentino” fue quien coordinó logísticamente su liberación.
Hoy, cuando las Farc van camino al desarme definitivo, “Camilo” o “El Argentino”, de 41 años de edad y con unos kilos de más, permanece confinado en La Carmelita, Putumayo. Aún no se sabe qué papel jugará este extranjero en la nueva era de la guerrilla como movimiento político.
MI VIAJE A LA CARMELITA
LIBARDO CHILATRA VELANDIA, Abogado e integrante Unión Patriótica.
Después de nueve horas de bordear el Magdalena y atravesar el río Putumayo, se llega al nuevo campamento de las Farc. Es medio día y el sol inclemente descarga sus destellos sobre los “cambuches” hechos de polietileno negro y verde, como cualquier asentamiento subnormal de nuestras ciudades. Las baterías sanitarias siguen siendo los “chontos” que acompañaron a los guerrilleros durante los últimos 53 años. El dengue, las gripas y las diarreas son la moda; se cuentan por decenas los enfermos, especialmente los niños, incluso los más altos comandantes. Parece que estas son las ‘armas’ que utiliza ahora estado para atacar a los guerrilleros, minar así la moral y lograr su desarticulación o llevar a otros a retomar las armas y así poder justificar la política de guerra contra la protesta social.
Vale destacar la alegría, la ternura, el amor y el entusiasmo que se advierte en cada guerrillero. Están ‘hambrientos’ de conocimiento de cara a la ilusión que les han vendido de reencontrarse con los colombianos del común, y la posibilidad de llegar a hacer parte del poder de este país. Dedican horas a aprender diseño gráfico, periodismo, panadería, construcción, y a atender a familiares en reencuentros llenos de felicidad y lágrimas.
Las Farc sufren hoy las imposiciones paquidérmicas de este Estado burócrata, corrupto; el paso raudo que les impuso la guerra, ya lo están perdiendo; la palabra esperar y esperar taladra el cerebro de cada guerrillero. Así está la amnistía, el indulto, la Jurisdicción Especial para la Paz, la reforma política y la implementación de los acuerdos que reciben ataques, mutilaciones y cambios desde el gobierno, el congreso y los jueces, con el agravante de que en la conciencia colectiva va quedando la imagen de que el gobierno nunca ejerció la violencia contra ciudadanos inermes y que por lo tanto no es victimario, siendo esta, quizás, la batalla más importante que pueden perder las Farc y las víctimas del Estado.
¿QUÉ HARÁ LA ADR?
A través de la Agencia de Desarrollo Rural, ADR, el Gobierno Nacional ha anunciado la destinación de 13.000 millones de pesos para la ejecución de proyectos productivos que beneficiarán a familias campesinas ubicadas en las zonas veredales. La intervención hace parte de los compromisos adquiridos en el marco de los acuerdos de paz con las Farc.
El presidente de la ADR, Carlos Eduardo Gechem Sarmiento, dijo que esta iniciativa está dirigida a los campesinos asociados que producen dentro de las zonas veredales.
Explicó que ya se identificaron las principales líneas productivas sobre las cuales se estructurarán los proyectos definitivos. “Lo que buscamos es ejecutar en cada zona dos proyectos productivos, uno dentro de la misma y otro en sus alrededores. Tenemos hasta el 16 de abril para formularlos y evaluarlos y a partir de ahí empezar la ejecución de las iniciativas”, agregó el funcionario.
Por ejemplo, en La Carmelita, Putumayo, se identificó un proyecto para suministrar insumos para la implementación de 100 hectáreas de arroz para igual número de beneficiarios y el mejoramiento de infraestructura y dotación de equipos para el molino de arroz de la región. También se dejó visto un segundo proyecto para suministrar artes de pesca y utensilios básicos para eviscerado para 46 pequeños productores de cachama blanca; y el fortalecimiento de la comercialización mediante la compra de un Termo King de 2 toneladas para el transporte del producto.
Una guerrillera abraza a su bebé en uno de los ‘cambuches’ instalados por las Farc en la zona veredal de La Carmelita.
Así avanzan las obras de dotación de infraestructura prometidas por el Gobierno Nacional en La Carmelita, Putumayo.