Todo parece indicar que, a un mes de las elecciones regionales del 29 octubre, en el Huila los ganadores serán los candidatos que lideran coaliciones de la Centro Izquierda, como Rodrigo Villalba Mosquera para la gobernación y Héctor Javier Osorio, para la alcaldía de Neiva. Ambos estuvieron apoyando la candidatura de Gustavo Petro a la presidencia de la República y creen que lo aprobado en el Plan Nacional de Desarrollo, es la base esencial para el programa política que deberá implementarse en los próximos cuatro años, tanto en el departamento, como en su ciudad capital. Ambos son líderes experimentados con una vida pública conocida. Nunca han sido condenados por ningún tipo de delitos ni se les conocen escándalos por malos manejos administrativos. En cambio, sí tienen en su haber, realizaciones para el desarrollo regional. Villalba contribuyó positivamente, tanto en el Ministerio de Agricultura, como durante sus cuatro años como gobernador, para que el Huila sea hoy el primer productor de café y tilapia en el país. También para su avance en materia de turismo y fruticultura. A su vez, durante la Alcaldía de Osorio, Neiva tuvo un significativo despegue con la pavimentación de sus principales vías a las comunas (Las Palmas, Galindo, Barrios Surorientales y comuna 6), el mejoramiento de los servicios públicos domiciliarios, así como la infraestructura de colegios y escuelas de la ciudad.
Por su parte el hoy candidato a la gobernación Rodrigo L ara, llegó al poder en una coalición de Centro Izquierda y terminó gobernando con la Derecha Uribista del Centro Democrático. Su herencia fueron los grandes elefantes blancos de la ciudad como el Estadio Plazas Alcid, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PETAR), la construcción de la Circunvalar de Oriente, la recuperación del Malecón sobre el rio Magdalena y el Parque Isla, la Torre Materno Infantil del Hospital y el CAIMI de la comuna 9. Rompiendo la valiosa herencia democrática de su padre, terminó, de candidato uribista a la vicepresidencia con Federico Gutiérrez en las pasadas elecciones, recibiendo una gran derrota que al parecer no lo aleccionó. Héctor Javier Osorio tiene como principal contendor a la alcaldía a Germán Casagua, quien en 8 años de campaña por este cargo se ha hecho bastante conocido y a quien le ha dado prestigio la oposición a la administración de Gorky Muñoz. Pero nunca ha brillado por iniciativas audaces y destacadas para el futuro de la ciudad.
Villalba y Osorio pertenecen a las corrientes progresistas de los partidos tradicionales, a las que Petro define como aliados importantes para impulsar las grandes reformas democráticas que desde hace más de 100 años se han intentado realizar, cuando aún la izquierda no estaba organizada políticamente. Por ellas luchó Uribe Uribe, López Pumarejo y Gaitán. Los cambios democráticos reclaman la unidad de todas las fuerzas progresistas.
