Ayer, mientras en Neiva personal asistencial de la ESE Carmen Emilia Ospina realizaba un plantón exigiendo garantías laborales y de bioseguridad, mediante un comunicado, voceros de más de 200 trabajadores de la salud del Hospital de Garzón, denunciaron las precarias condiciones a las que están expuestos por la intermediación laboral.
A la par con el aumento de los casos de coronavirus, crecen las exigencias de trabajadores del área de la salud por garantías laborales y sanitarias; se trata de medidas que históricamente han requerido, pero que ahora se volvieron urgentes.
Ayer, médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería y demás personal asistencial de la ESE Carmen Emilia Ospina de Neiva, realizaron un plantón en la Sede Canaima, exigiendo mejores condiciones en la contratación laboral e insumos de protección personal para enfrentar la pandemia.
“A nivel nacional cerca del 70% del talento humano en salud está contratado por orden de prestación de servicios, aunado a esa situación, actualmente la pandemia nos está exponiendo a un riesgo, por lo que ahora no solo exigimos mejores condiciones laborales sino también elementos de bioseguridad, pero nuestros empleadores no están amenazando con despidos, incluso vemos casos donde se ha despedido personal”, aseguró Diego Fernando González, presidente del Colegio Médico Colombiano, Seccional Huila.
Este pareciera ser el caso de la auxiliar de enfermería neivana, Diana Paola Sánchez Sáenz, quien lleva 5 años laborando en la Sede de Canaima de la ESE Carmen Emilia Ospina, en el área de vigilancia epidemiológica, quien denunció, que haber escrito en un grupo de WhatsApp a principios de marzo, la necesidad de exigir elementos de protección, le podría costar su trabajo.
“Mi jefa inmediata me dijo que no me iban a renovar el contrato que finaliza el 30 de este mes, muy seguramente por lo que escribí y llegó a conocimiento de las directivas, de hecho, ya le están haciendo inducción a la que me va a reemplazar”, contó a LA NACIÓN, la auxiliar de enfermería de 31 años, que clama por su trabajo.
¿Renuncia masiva en Garzón?
Pero el descontento del personal de salud por falta de garantías laborales no se concentra en Neiva. Mediante un comunicado, el día de ayer, voceros de más de 200 trabajadores de la salud que laboran en el Hospital Departamental San Vicente de Paúl en Garzón, realizaron un enérgico llamado a las directivas de ese centro asistencial, para que se apliquen cambios en la forma como se vincula al personal asistencial y se evite la precarización de las condiciones laborales.
En el escrito describen una serie de dificultades por las que están atravesando, no solo durante la emergencia del coronavirus, sino desde tiempo atrás. “Los contratistas que prestamos servicios asistenciales en el Hospital Departamental San Vicente de Paul; médicos, enfermeros y personal auxiliar de distintas áreas, manifestamos a la opinión pública la renuencia al diálogo por parte de las directivas del Hospital San Vicente de Paul”, expresó Harvey Monroy, jefe de enfermería, mediante un vídeo en el cual leyó el comunicado.
El profesional agregó que “es de conocimiento público la movilización del personal contratista que presta sus servicios a través de la mal llamada Agremiación Sindical Savitra de Alberto Segura Garzón, que nos tiene trabajando mediante un contrato sindical que vulnera todas las garantías laborales, con salarios muy inferiores a los que tienen los trabajadores de planta, aunque realizamos las mismas funciones”.
Los voceros de 210 sindicalizados denunciaron, además, que tras la primera manifestación realizada hace pocos días, el subgerente técnico científico, Diego Lozada Floriano, los invitó al dialogo y se llegó a un acuerdo verbal de buscar alternativas para un cambio de contratación. No obstante, aseguran que ahora de manera intempestiva ni contesta el teléfono.
Finalmente, el personal asistencial anunció que no descarta una renuncia masiva en el pico de la pandemia, si no se garantizan las condiciones.