La líder de la oposición birmana Aung San Suu Kyi cosechó un recibimiento triunfal en el primer día de su visita a Estados Unid WASHINGTON (AFP) – La líder de la oposición birmana Aung San Suu Kyi cosechó un recibimiento triunfal en el primer día de su visita a Estados Unidos de parte de la secretaria de Estado Hillary Clinton, quien se declaró conmovida ante la presencia de la premio Nobel de la Paz. En una actitud distendida y sonriente, Suu Kyi, vestida con una chaqueta roja con tres pequeñas flores en su cabello, conversó con la jefa de la diplomacia estadounidense en su oficina del departamento de estado al inicio de una gira sin precedentes de 18 días por este país. Fue el segundo encuentro entre el ícono de la lucha por la democracia en Birmania y Clinton, quien visitó el país asiático en diciembre en un esfuerzo por alentar las reformas en curso en una nación que permaneció por décadas bajo dictaduras militares. Clinton llamó a Birmania a proseguir con sus reformas y se manifestó en contra de “eventuales retornos al pasado”, al destacar su preocupación por las tensiones comunitarias en el país y sus presuntos vínculos con Corea del Norte. “El gobierno y la oposición necesitan seguir trabajando juntos para unificar el país, sanar las heridas del pasado y avanzar en las reformas”, afirmó la secretaria de Estado. Al presentar a Suu Kyi ante el Instituto de la Paz y Sociedad de Asia, tras la recepción en el Departamento de Estado, Clinton declaró que la cooperación con Rangún “protege de eventuales retrocesos”, aunque estimó que “existen fuerzas que pueden conducir al país en la mala dirección”. Suu Kyi afirmó a su turno que mantener estrechas relaciones con Estados Unidos no se contrapone a China, el principal aliado de la anterior junta militar birmana. “No quiere decir que porque Estados Unidos esté interesado en Birmania deba ser visto como un paso hostil hacia China”, afirmó, al agregar que se puede “utilizar nuestra nueva situación para fortalecer las relaciones entre los tres países”. Suu Kyi, de 67 años y ganadora del premio Nobel de la Paz por su lucha por la democracia en Birmania, llegó a Estados Unidos el lunes y será recibida el miércoles en el Capitolio, donde se le otorgará la Congressional Gold Medal, la máxima condecoración concedida por el Congreso estadounidense. También visitará Nueva York, Connecticut, Massachusetts, Indiana, Kentucky y California, donde hablará en universidades, recibirá honores y se reunirá con refugiados birmanos. El presidente Barack Obama probablemente haga un paréntesis en su campaña por la reelección para reunirse con Suu Kyi, aunque la Casa Blanca no lo ha confirmado. Suu Kyi estuvo 15 años bajo arresto domiciliario hasta su liberación en 2010. En una señal de los cambios que se están produciendo en Birmania, la Liga Nacional por la Democracia -liderada por ella- anunció que 87 presos políticos habían sido liberados en el país. La medida fue vista como relacionada con el viaje a Estados Unidos del presidente birmano Thein Sein, la semana próxima, para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas. El exgeneral sorprendió a muchos observadores por abrazar las reformas políticas cuando asumió el cargo el año pasado. La Casa Blanca no ha precisado si el presidente Obama también se reunirá con Thein Sein durante su permanencia en Estados Unidos. Expertos han advertido que Obama no puede limitarse a recibir a la líder opositora birmana, y desdeñar al mandatario. Suu Kyi también indicó que aspira a una pronta suspensión de las sanciones estadounidenses contra Birmania. “Por mi parte, no creo que tengamos que aferrarnos a las sanciones innecesariamente”, dijo. “Tenemos que construir nuestra propia democracia y nos gustaría que las relaciones con Estados Unidos estuvieran fundadas en el reconocimiento de la necesidad de que cada uno debe ser responsable del destino de su propia gente”, señaló. La administración estadounidense ha prometido aliviar gradualmente las sanciones políticas a Birmania a medida que la liberalización política se profundice. En julio, Obama puso fin a las restricciones a la inversión estadounidense en Birmania, a pesar de preocupaciones expresadas por Suu Kyi sobre la oportunidad de hacer negocios con la petrolera estatal y la empresa de gas. Hillary Clinton recibió a Aung San Suu Kyi