El ICA reveló el enorme impacto que ha tenido la ‘Streptococcus Agalactiae ST7 serotipo Ia’ y los efectos nefastos que podría ocasionar al tratarse de una de las bacterias más relevantes y que causa las mayores pérdidas en la producción de tilapia a nivel mundial. Importante aclarar que su presencia no genera riesgo en la salud humana por contacto o consumo.
CATERIN MANCHOLA
Aunque la Gobernación del Huila guarda total silencio en medio de la emergencia sanitaria por la presencia de la bacteria ‘Streptococcus Agalactiae ST7 serotipo Ia’, que está matando a millones de peces de cultivo y cuyos primeros casos se registraron en Betania, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) detalló cuál es el impacto que ha tenido hasta el momento este agente patógeno en los 4 departamentos donde se han notificado casos.
Los primeros reportes surgieron desde Huila, destacado a nivel nacional por ser el departamento con mayor producción piscícola del país, solamente durante el 2022 alcanzó las 78.527 toneladas.
Luego se diagnosticaron casos también en Atlántico, Magdalena y Tolima.
De acuerdo con la Resolución 6535 de 2023 mediante la cual se declaró la emergencia sanitaria nacional, se trata de una bacteria grampositiva (gram+), “una de las bacterias más relevantes y que causa mayores pérdidas en la producción de tilapia a nivel mundial por la mortalidad derivada de la presentación de la enfermedad y cuyos principales signos clínicos incluyen letargia, nado errático, exoftalmia, lesiones en piel, cola, aletas, y muerte”.
La resolución también expuso el grado de afectación sobre la totalidad de las poblaciones marco existentes y/o referenciadas en cada uno de los 4 departamentos, donde desde lejos el Huila lamentablemente lleva la delantera en número total de peces muertos, pero por tasas lidera Atlántico.
De acuerdo con la información captada por el sistema de vigilancia epidemiológica y los cálculos realizados por el programa nacional acuícola, se estima una tasa de mortalidad de tilapias del 12% en Huila y esto se traduce en 4.554.598 peces muertos.
En Atlántico la tasa de mortalidad es de 47% y allí se han registrado 1.621.665 muertes. En Magdalena 10.301 (37%). Y en el Tolima la tasa es del 10% (50.000).
A la fecha la Federación Colombiana de Acuicultores (Fedeacua) reporta pérdidas por mortalidad de hasta el 30% en animales destinados a mercado de exportación y la producción nacional en la represa de Betania (Huila), lo cual impacta de forma directa e indirecta los empleos en predios de producción primaria, en plantas de procesamiento, transporte, alimentación, entre otros.
El gremio además estima pérdidas por mortalidad de hasta el 50% de los animales en todas las etapas productivas (cría, alevinaje, levante y engorde) para el departamento del Atlántico, zona con una alta concentración de pequeños productores, donde la mayoría de la comercialización es realizada por intermediarios y personas de la región, generando así riesgo para la seguridad alimentaria de este renglón productivo del país.
Y en síntesis, la propagación de ‘Streptococcus Agalactiae’, en las zonas vigiladas o en zonas libres de afectación, puede causar enormes pérdidas a la piscicultura del país, debido a las altas tasas de morbilidad y mortalidad correlacionadas.
Vale recordar que el ICA diagnosticó la presencia de la bacteria en la región opita el 28 de abril lo cual fue “resultado de la atención sanitaria de las 29 notificaciones procedentes del departamento”. Desde ese día las alarmas se encendieron en todo el país pues se trata de un agente no diagnosticado con anterioridad en Colombia.
Por eso el ICA intensificó la vigilancia epidemiológica en otras regiones del país. Y fue así como se atendieron 14 notificaciones por cuadros clínicos y mortalidad inusual compatible con el patógeno en los departamentos de Atlántico (10), Magdalena (3) y Tolima (1). Los resultados de los diagnósticos e investigación epidemiológica indicaron que la causa era la bacteria en cuestión.
Lo anterior obligó a que el pasado 7 de junio se declarara la emergencia sanitaria nacional mediante la Resolución 6535 de 2023, con el fin de aplicar las medidas sanitarias que resulten necesarias en cualquier parte del país, en función del riesgo existente, encaminadas a controlar y disminuir la mortalidad de peces, así como proteger la piscicultura nacional y garantizar la seguridad alimentaria del país.
Como parte de las medidas de control establecidas en la declaratoria de emergencia, se incluye la vacunación serotipo específica contra esta bacteria. Es importante destacar que este patógeno no genera riesgo en la salud humana por contacto o consumo.