Nos hemos acostumbrado a medir desde la celebración de las fiestas del San Pedro, la gestión administrativa de los alcaldes y el Gobernador. Por ello la escogencia de los secretarios de Cultura es uno de los actos políticos más delicados que se pueden dar cuando se trata de elegir un buen gabinete. El balance final de las fiestas de San Pedro son el baremo para saber cómo va la gestión de Gobierno tanto para el Departamento como para cada uno de los municipios en donde las fiestas del San Juan y San Pedro se celebran con todo rigor e interés.
Para el año 2024 las fiestas trajeron algunas cosas novedosas, pero sobre todo se destaca el rescate de espacios públicos para disfrutar los desfiles en familia de la mejor manera. El rescate de la Avenida Inés García de Durán, que un día tendrá que ser nuestro bambucódromo, el mayor espacio para la gente entre los palcos, el mensaje de mayor transparencia en la explotación del espacio público son un signo directo de que las fiestas deben convertirse en un espacio folclórico de construcción social y familiar.
La presencia de comitivas de otros departamentos y países también se torna relevante y llamativa. Todo se prepara, todo se pone a disposición: la totalidad de los eventos se distinguieron por su puntualidad en su inicio; este año mejoraron los diseños y el incentivo económico de las carrozas; lo que se reflejó en su calidad y belleza en los desfiles. Las administraciones deberían seguir la lucha por la no especulación de los precios para propios y visitantes, debería de existir un bloque de búsqueda anti-evasión de impuestos cuyo recaudo debe incrementarse en tiempos festivos; el esfuerzo de lo público ha sido esmerado y de vasto alcance.
Por ello, debería también el sector privado con los espacios y eventos que le corresponde organizar a los comerciantes, saber que no se trata simplemente de una concesión o de un negocio de explotación económica; su propio balance también debe darse con réditos sociales y culturales. De acuerdo con los primeros balances, estas fiestas comparativamente con años anteriores tuvieron menos hechos violentos, mayor organización, menor número de accidentes de tránsito y sobre todo que ha sido una oportunidad para que la gente vaya apropiándose de sus valores folclóricos y autóctonos.
Ojalá sigamos trabajando para que no se pierda la tradición. Sin embargo, resulta preocupante la poca asistencia de algún evento en el Teatro Pigoanza y el de Bambuco tradicional en la concha acústica. Ojalá sea un aviso para que en cada San Pedro valoremos aún más nuestras tradiciones y las recuperemos para el Pueblo. Reconocimiento especial a los gabinetes municipal de Neiva y de la Gobernación y de forma especial a Tania Peñafiel, secretaria de Cultura Municipal de Neiva. El fin corona la obra.
