Monseñor Froilán Casas Ortiz, revela en su brillante hoja de vida excelente labor pastoral por las comunidades más necesitadas de Boyacá, en su espíritu constante de superación logró una maestría y un doctorado en teológica; especialización en docencia universitaria; licenciatura en filosofía y ciencias religiosas; tiene diplomados como instructor empresarial del Sena y auditoría de gestión en la calidad; conocimientos que ha colocado al servicio de la comunidad estudiantil, dada su pasión por la docencia; menciona con gran satisfacción el desempeñó como rector del Seminario Conciliar de Tunja. Luego de haber sido consagrado como nuevo obispo en la Catedral Metropolitana de Tunja, por el Nuncio Apostólico Aldo Cavalli, tendrá bajo su responsabilidad a partir de abril 20 la Diócesis de Neiva, liderazgo pastoral que asumirá como mensajero de la paz; sin duda, sus palabras contribuirán hacer realidad el sueño de la paz esquiva al anhelo de los huilenses, en una región atormentada por el flagelo de la violencia. A este loable propósito debemos responder todos con decidido empeño; la intención de construir un futuro promisorio a las generaciones venideras, demanda primero sanar nuestro corazón de odios, pero sobre todo exige actuar con justicia, equidad y transparencia en los actos de nuestra vida pública y privada. El liderazgo vigoroso de Monseñor Froilán y su inclinación por el deporte, le permitirán un contacto directo con las diferentes poblaciones de la Diócesis, esa convicción de estar siempre disponible al servicio de los más necesitados, expresan su vocación de sacerdote; la intención de mantener diálogos con todos los sectores de la sociedad, con el ánimo de generar espacios de confianza, convivencia y tolerancia en el camino nada fácil de construir la paz, es un proceso que ameritan cohesionar esfuerzos institucionales para contribuir a silenciar los fusiles, sembradores de muerte y destrucción, Monseñor Froilán, es portador de buenas noticias; viene a mi memoria, una estrofa de una canción de Facundo Cabral: “Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde”.