El presidente de la República, Gustavo Petro, lanzó una advertencia ante el riesgo inminente de que Bogotá, donde sus habitantes están sometidos a un racionamiento desde el pasado 11 de abril, se quede sin el suministro de agua potable en marzo de 2025, cuando los embalses que abastecen a la capital del país podrían ya no tener el líquido vital.
Desde el Fuerte Militar de Larandia en el Caquetá, el mandatario urgió a los militares y a los colombianos a que realicen acciones conducentes a revitalizar la selva amazónica.
Reconoció que “estamos muy preocupados porque una vez acabe la época de lluvias, que es más o menos en diciembre, si es que apuntamos a un clima cada vez más variable, pues en enero, febrero, marzo, sobre todo marzo, el embalse de donde sale el agua potable de Bogotá va a llegar quizá a cero”.
“Ustedes se imaginan, ¿qué tendremos que hacer con una ciudad de millones de habitantes sin agua? Esa realidad que nos puede colocar en una emergencia, hasta nos tocaría llevar a muchos de ustedes (militares) allá, a ver cómo hacemos para sacar población, para racionalizar el agua, para ver dónde conseguimos agua. Esa realidad del clima que está cambiando, que puede acabar con la especie humana porque estos son apenas los primeros indicios”, sostuvo el mandatario.
“Hoy necesitamos que la selva amazónica llegue de nuevo hasta la Cordillera Oriental, ¿por qué no llega?, porque ya la distancia más o menos entre los árboles de la selva y la Cordillera Oriental es de 300 kilómetros, es por lo cual la ciudad de Bogotá no tiene agua hoy, y la ciudad de Bogotá es la capital de Colombia, ahí viven 9 millones de personas”, manifestó.
El presidente Petro ha advertido en múltiples escenarios nacionales e internacionales sobre la importancia de tomar medidas inmediatas, las cuales dependen principalmente del alcalde local.
Precisamente, el pasado 9 de octubre se realizó en la Casa de Nariño una reunión para evaluar la crisis del agua en la capital, encabezada por el presidente de la República y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, en la cual se definió la creación de mesas de trabajo conjuntas para enfrentar la crisis del agua en la ciudad.
Acciones conjuntas para salvar la selva amazónica
Desde el Caquetá, el mandatario explicó los eventos que están generando esta crisis del agua en Colombia. “Al sur de aquí, en Brasil, se quemó la selva en cien mil puntos, cien mil puntos; y al sur de aquí ustedes vieron que el río Amazonas, cuando pasa por Colombia, se volvió un desierto. No había agua, caminaban las comunidades para tratar de consumir algún pozo de agua en lo que había sido el lecho de uno de los ríos más grandes del mundo torrentoso, navegable, como me imagino la mayoría de ustedes habrán visto en Leticia, si han ido por allá, hoy no hay río”, dijo.
Agregó que “para paliar, para mitigar esta posibilidad de extinción de la especie, de la vida, decíamos ayer en Cali en la COP16, tenemos que recuperar la selva”. Desde el complejo militar, el jefe de Estado llamó a la población del Caquetá a tomar acciones y que la misma población, “las familias que viven al pie del río Orteguasa y al pie del río Caquetá puedan vivir mejor revitalizando la selva amazónica para bien de la humanidad”.
Igualmente convocó a los militares a que pongan el Fuerte de Larandia “al servicio de un nuevo equilibrio entre la población ribereña y la población de los pueblos y la posibilidad de ampliar la selva hacia la Cordillera Oriental”.
El presidente de Colombia es el mandatario que a nivel global ha llamado más fuertemente la atención al mundo de la necesidad de tomar acciones inmediatas para frenar la deforestación de la selva, generar nuevas economías lícitas para la población que le permita unirse para salvar la vida en el planeta y no para destruirla.
Precisamente este lunes, mientras hablaba ante la COP16 en Cali, la ciudad de Medellín estaba colapsada debido a las fuertes lluvias que generaron inundaciones en el metro de la capital antioqueña, lo que colapsó la movilidad.