Esta semana fue presentado como entrenador del Independiente Medellín, el técnico Hernán Darío “El Bolillo” Gómez, famoso no solo por su gran capacidad de conseguir resultados deportivos, sino por los golpes que le propinó a una mujer que lo acompañaba en un lugar público. Gran polémica causó en su momento, no solo por el cargo que tenía, sino por el golpe a la moral y el respeto que debemos tener por todos los seres humanos y en especial por las mujeres. La lección debe estar aprendida por el Bolillo Gómez, y como cualquier persona, tiene todo el derecho a reivindicarse, y está muy bien que lo haga desde una posición que también tendrá mucha exposición a los medios de comunicación; situación que los movimientos que promueven la defensa de los derechos de las mujeres, pueden utilizar positivamente, para difundir masivamente las normas mínimas de comportamiento esperado por la sociedad y también los castigos que se le pueden aplicar a quien las maltrate. Por otro lado, a los huilenses también nos ha tocado bolillo, pero este si de madera de verdad, y es el que le han dado los últimos días, a los paisanos que están protestando por los cuantiosos daños que Emgesa y su proyecto del Quimbo, están causando en el centro del Departamento. Seguramente hay personas con mucho conocimiento del tema, pero sin necesidad de ser un experto, es claro que este negocio está resultando ser bueno en una sola vía, y es para la empresa privada. Los habitantes de la región, no paran de expresar su inconformismo y de tratar de despertar en el resto de huilenses la solidaridad para defender lo nuestro. Lamentablemente la fuerza pública, autorizados por nuestros gobernantes han pasado del dialogo al bolillo, con una facilidad inmensa. El bolillo, vuelve a estar de moda, en un caso para dar la oportunidad de reivindicar a un ser humano que cometió un grave error y en otro, más cercano, para castigar el derecho a reclamar lo nuestro. No podemos, señor Secretario de Gobierno, promover la violencia contra gente pacífica, y por el contrario ir con mano blanda contra los bandidos. Si hay bolillo que también sea para los delincuentes. PD: Que bueno que las empresas grandes de transporte público urbano en Neiva, siguieran el ejemplo de dos pequeñas como Autobuses y Flota Huila, que pensando en el bienestar del pasajero, ofrecen aire acondicionado en el servicio. Todo por el mismo precio.